Tras la cancha, tras los clubes, entre las cuatro paredes de una administración, suelen vivirse auténticas novelas llenas de pasión, ambición y hasta tragedia en cierto modo. La protagonista viste de galas tricolores y enfrenta una disputa de su amor de entre dos señores que eran grandes amigos.

Todo este lío del trío pasional arrancó en abril, cuando la misma administración de la Ecuafutbol conspiró contra el patrón para desconocer de su autoridad. Pero, ¿por qué tanto mal?

Como en todo idilio romántico, siempre hay una manzana de la discordia: Jordi Cruyff, recibido con bombos y platillos, presentado como la última maravilla del mundo y con un presupuesto que sigue cuestionado por la opinión pública, a pesar de que lo recortaron por la situación pandémica actual. Y es que dentro de este grupo de conspiradores se encontraba el binomio, el amigo Jaimito, quien a como salga tenía porque tenía que sentarse en el trono máximo de la FEF.

No obstante, saltaron a poner orden los organismos internacionales en total desacuerdo tanto con el removido como el nuevo presidente. Un tira y jala de denuncias que llegaron a los escritorios tanto de la FIFA como de la Conmebol, y esta última, simplemente les paró el carro a los amigos enemistados, confirmando como presidente a Egas, y ninguneando el pedido de Estrada hasta que le encuentre alguna irregularidad al amigo cuestionado. Fin del trío pasional...pero ni LigaPro ni la Tricolor pueden empezar a jugar.