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Opinión
Editorial: La grandeza no es suficiente
Barcelona atraviesa un momento caótico que ya no admite excusas
Barcelona atraviesa un momento caótico que ya no admite excusas. En su año centenario, quedó eliminado de la Copa Ecuador y perdió en casa ante Universidad Católica, hipotecando sus posibilidades de pelear por el título nacional.
Lo que pasa en la cancha es apenas el reflejo de la desorganización detrás de escena: un proyecto deportivo ausente, decisiones improvisadas y futbolistas que no logran rendir a la altura de lo que exige la institución. En paralelo, las cuentas del club muestran deudas millonarias y decisiones financieras cuestionables, aprobadas sin control y, en ocasiones, con intereses que poco tienen que ver con el fútbol.
Si Barcelona no corrige el rumbo de inmediato, seguirá hundiéndose entre malos resultados y mala gestión, poniendo en riesgo su historia y su legado. La intervención ya no es una opción, es una necesidad. La afición, que ha soportado meses de vergüenza y burlas, merece un club que realmente esté a la altura de su historia.
La grandeza del Ídolo no se sostiene sola; requiere decisiones firmes, planificación y profesionalismo. Si no se actúa ya, lo que hoy es crisis puede convertirse en un daño irreparable, y el legado de los 100 años quedará empañado por la incapacidad de quienes deberían velar por él.