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Opinión

Editorial: El cómo sigue pendiente

Los discursos inspiran, pero son los hechos los que convencen. Y el país ya no está para esperar promesas, quiere ver resultados

Luego de la posesión del presidente de la República y de su respectivo discurso, en el que esbozó el país que quiere construir en estos cuatro años de su nuevo periodo, los ecuatorianos se quedaron con las ganas de saber cómo logrará todo aquello que durante la campaña electoral ofreció.

Por ejemplo, ¿una vía de cuatro carriles entre Guayaquil y Quito? Suena bastante bien. ¿Doscientas mil casas? Mejor aún. Pero… ¿con qué plata?, ¿con qué equipo?, ¿cuándo empieza? Eso se lo guardó.

Lo cierto es que el presidente ya dio la orden: sus ministros deben ponerse manos a la obra. Lo dijo ante la Asamblea Nacional, frente a las cámaras y con medio país viéndolo por redes sociales. Ahora le toca cumplir. Porque eso es lo que quieren todos los ecuatorianos: que lo que dijo no se quede en palabras bonitas. Sin embargo, brillaron por su ausencia temas claves como el relajo con las compras en los hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Al parecer, ese ‘nuevo Ecuador’ no alcanza para todo... al menos no en el discurso.

Los discursos inspiran, pero son los hechos los que convencen. Y el país ya no está para esperar promesas, quiere ver resultados.

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