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Opinión
Editorial: Educación con precios elevados
La falta de control por parte de las autoridades se vuelve nuevamente el blanco de las críticas
Con el fin del largo feriado de Semana Santa, empieza también el ajetreo comercial en las ciudades de la Costa por las compras -a última hora- de útiles escolares y uniformes. Como cada año, resuenan las quejas de padres de familia por los altos costos de libros, artículos escolares y, en el caso de los colegios particulares, por el valor de matrículas y pensiones. La falta de control por parte de las autoridades se vuelve nuevamente el blanco de las críticas.
Este problema se repite año tras año sin que exista una solución concreta. Los reclamos parecen caer en saco roto, pues ni el Ministerio de Educación ni las Intendencias han ejercido controles rigurosos para frenar los cobros excesivos, tanto en los planteles educativos como en los materiales didácticos que muchos estudiantes están obligados a comprar bajo advertencia de sanción.
Es hora de que las autoridades asuman su responsabilidad con mayor seriedad. No basta con emitir comunicados o fijar precios de referencia. Se necesitan controles reales y permanentes que garanticen que la educación no se convierta, año tras año, en un lujo inalcanzable para miles de familias ecuatorianas.