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Opinión

Pasando los días

Faltan pocos días para llegar a la mitad del año y seguimos llevando un ritmo de vida de lo más desacostumbrado, como no lo habíamos sufrido desde la mitad del siglo pasado ni en las primeras dos décadas del actual.

Aún no se vislumbra esperanza de una pronta solución a tan serios problemas que han surgido por todas partes. Pero sí llama la atención el hecho de que mientras en países europeos considerados los más ricos y prósperos, así como en Estados Unidos y en Brasil, los fallecidos por COVID-19 se siguen multiplicando; en Japón, Corea del Sur y en la mismísima China, donde se originó el virus, la epidemia ya está controlada y ahora el número de fallecidos es bastante inferior a las estadísticas de otras partes del mundo. Será que allá la disciplina es más rigurosa, como no se ve en Europa o en nuestro continente, y tienen costumbres diferentes. Por ejemplo, entre europeos y americanos es muy común saludarse efusivamente. Incluso entre simples amigos no es nada raro el intercambio de besos y abrazos, aunque con respeto.

En cambio, entre muchos asiáticos el saludarse estrechándose las manos es tomado como influencia occidental, aunque a ningún oriental se le ocurre dejar a alguien con la mano extendida.

En todo caso, llama la atención el contraste entre los millares de afectados en el mundo occidental con coronavirus, y el escaso número entre asiáticos, pese a que la pandemia se originó precisamente en Asia, donde todo parecería estar ya bajo control.