SUSCRÍBETE
Diario Extra Ecuador

Opinión

Gracias María por tanta esperanza

La vi menuda y desesperada, con la mirada perdida afuera del edificio de Gráficos Nacionales.

Creado:

Actualizado:

La vi menuda y desesperada, con la mirada perdida afuera del edificio de Gráficos Nacionales. Era sábado y comenzaba el largo feriado de carnaval, ese que aletarga a los ecuatorianos, ávidos de playa y diversión. Aquel día, la vida de María Zambrano se escapaba por sus frágiles manos. Apenas podía pronunciar un tímido saludo cuando me vio frente a ella para rogarme que la ayudara, mientras su llanto reprimido ahogaba su intento de explicarme el motivo de su visita. Traté de calmarla con un abrazo antes de invitarla a pasar a la redacción de EXTRA para que me contara su desdicha. La drogadicción de su hijo mayor lo había vuelto loco y no existía poder humano que lo controlara. Se metía a la fuerza en las casas de sus vecinos para acostarse en sus camas y ver televisión. Ellos estaban hartos de él y la habían amenazado con tomar acciones drásticas si lo volvían a encontrar. Su madre trataba de justificarlo, decía que la miseria en la que vive no le permite internarlo para que se curara, porque encadenarlo a su maltrecha vivienda de caña ya no daba resultado. María había pedido un dólar a una vecina para llegar a este diario y pedir ayuda. “Es que ustedes son la esperanza de los pobres”, me dijo. Sencillamente no le podíamos fallar, la sociedad debía conocer su historia de desencanto en un país donde se ofrece de todo en campaña electoral. A María no le importan las promesas vanas ni las broncas entre políticos. Solo quiere salvar a su hijo, fruto de la desidia de un sistema egoísta y nefasto. Su historia la leyó el país y el desenlace lo sabrán pronto. Lo cierto es que supe que aún hay gente solidaria, dispuesta a dar un poco de lo que falta en medio de tanta carroña. Gracias María por venir, por demostrarme que todavía nos queda algo de humanidad en la cara.

tracking