Todos los ecuatorianos estuvimos plenamente convencidos de que el “estado propaganda” que implemento el correísmo para hacer creer en los milagros de “su revolución ciudadana” (que de revolución nada tuvo), utilizó a los medios de comunicación incautados con este objeto.

Pero como no se puede tapar el solo con un dedo, “más pronto que volando” se supo las mil y una maravillas que se venían cometiendo con esos medios.

Como la corrupción salta por todos los poros en un momento dado, ahora es el actual titular de los llamados medios públicos, Andrés Michelena, quien con pelos y señales da a conocer al país los negociados infames que se han cometido.

Da cifras exactas, por ejemplo, de lo que le significaron al pueblo ecuatoriano las “famosas sabatinas” desde donde se Insultó a tirios y troyanos.

¡¡Cinco millones de dólares cuesta esta fanfarronada que la pagamos todos los “tontos” de los ecuatorianos!!

La denuncia de Andrés Michelena, que es escalofriante, no puede quedarse nada más que en una simple denuncia.

La justicia debe actuar a la mayor brevedad posible; y, por otra parte, la ciudadanía que ya no aguanta tanta podredumbre debe levantarse y hacer conocer que todo tiene su límite.

Por lo tanto, lo que espera que se juzgue a los ladrones de los dineros del pueblo, quienes no deberían regresar jamás, porque para ellos debe aplicarse la frase que ellos mismos la utilizaron para engañarnos, “prohibido olvidar”... (BLC)