El pasado martes el CNE hizo oficialmente la convocatoria para las elecciones de febrero próximo y en las cuales el pueblo decidirá si sigue con lo mismo, aunque con otra cara en Carondelet, o se decide por el cambio, bajo el principio aquel que dice que en “la diversidad está el gusto”. Hasta el momento hay 7 aspirantes a Carondelet pero, se supone, que se enfrentarán solo 3 o 4.

Ciertos dirigentes opositores, sin embargo, temen que se vuelva a aplicar la conocida frase que dijeron nuestros tatarabuelos liberales: “No podemos perder con papelitos lo que se ganó a través de la lucha”. Y como se acusa al CNE de estar integrado por gente adepta al correísmo hay la sospecha de que en base al uso -y abuso- del padrón electoral se puede hacer alguna maniobra para favorecer al binomio “verde-flex” y a la gente del mismo color que aspira a volver a usar la “aplanadora” en la Asamblea.

Y es que, según dice Alexis, podría volver a darse el caso de que los muertos ejerzan el voto al que solamente tienen derechos los vivos. Por lo que habría que demostrar que el consabido patrón está debidamente revisado y que se han eliminado para siempre los que ya no forman parte de este mundo. Es decir que el CNE tiene que hacer dicha demostración para que no se mantenga a la duda y ganen los que en realidad tienen más votos a su favor depositados en las urnas porque no son cadáveres ni zombies. (FCV)