Opinión
Editorial: Reos entran y salen de la cárcel
Es indudable, con hechos que se prueban a diario, que la pérdida de libertad de quienes cometen actos delictivos no es una lección para gran cantidad de reos que entran y salen de las prisiones, acumulando un largo historial como para aplicarles la vieja expresión que dice que “andan por las penitenciarías como Pedro por su casa”...
Los medios de información traen frecuentemente la noticia de delincuentes capturados y con antecedentes de haber perdido su libertad en varias ocasiones, es decir que han estado “bajo sombra” 10 y hasta 20 veces, lo cual revela la veleidad de ciertas autoridades.
Esta situación pareciera ser el producto de jerarcas que no solo son benignos, sino también corruptos, pues a pesar de la gravedad de los delitos cometidos (a veces tan lesivos como intentos de crímenes y hasta de asesinatos cometidos) permiten que buena cantidad de reos no sigan tras las rejas.
Se supone que la cárcel debe ser un sitio donde se trata de reeducar al maleante para que, al salir libre, ya no repita sus errados pasos. Sin embargo, parece que las prisiones siguen siendo, más bien, “universidades del delito” en donde los reos aprenden nuevas tácticas para seguir delinquiendo...