Una clasificación que se ve difícil

Uno de los jugadores de fútbol que dejó una profunda huella en este deporte y ejerce actualmente funciones de entrenador ha hecho unas declaraciones que han dejado muy preocupados a los aficionados y, en general, a todos los ecuatorianos. Ha manifestado que, prácticamente, nuestra selección nacional se hallaría virtualmente eliminada para el Campeonato Mundial de Rusia 2018.

Si esto ocurriera, los responsables serían a culpa compartida: jugadores, dirigentes y entrenador. Aunque la mayor responsabilidad pesa, naturalmente, en el DT, al que le está sucediendo lo que le ocurrió en Bolivia. Es decir, que ganó el campeonato nacional pero sufrió serios reveses en las correspondientes eliminatorias y su selección, en efecto, quedó eliminada.

Todavía, pese a las declaraciones serenas y técnicas de ese exjugador, hay algo que no se ha perdido, como siempre ocurre. La esperanza es lo último que muere. Pero si debemos enfrentar al Brasil y al mismo Perú, solo un gran coraje y una decisión inquebrantable harían que superemos estos serios obstáculos.

¿Pero tendremos todavía esas cualidades? Esperemos con optimismo que así sea. Bien dicen que la esperanza es lo último que se pierde.