Opinión
Urgencias y problemas del “Gran Guayaquil”
El próximo 25 Guayaquil cumple 483 años de fundación; pero ante la duda de la fecha se la fijó tomando en cuenta el día en que se celebra al santo patrono de la ciudad, Santiago.
De todas maneras celebramos la fecha a la que se suma la de la Batalla de Jambelí y un día después del natalicio de Simón Bolívar, por lo cual hay que adherirse a la fiesta conmemorativa sin hacer muchas averiguaciones frente al pretérito. Sobre todo porque la urbe ha ido creciendo de tal manera que los cantones adyacentes: Samborondón, Durán y Daule han terminado por unirse parcialmente a la geografía cantonal del puerto, y ya se puede hablar del “Gran Guayaquil”. Y es que quienes viven en los otros tres cantones, en su mayoría, son guayaquileños que trabajan y hacen lo suyo en la ciudad de los próceres de octubre. Y que cantan con emoción profunda el pasillo que inmortalizó el dúo Ibañez-Safadi, Guayaquil de mis amores.
Hay que tomar en cuenta que esta nueva organización cantonal, por ejemplo, hizo desplazar a la clase “pelucona” desde el tradicional barrio del Centenario a elegantes villas situadas en la circunscripción territorial de Samborondón y Daule, que se ha llenado de grandes y hermosas ciudadelas. Y hasta sectores proletarios han ido a parar por allá puesto que los invasores de tierras, que fundan nuevos suburbios, también avanzan con la misma fuerza que los pelucones. Lo que implica que ya no se pague al Municipio porteño parte de los jugosos impuestos que antes abonaban los ricos. (FCV)