Amenaza de muerte contra juez en caso Euro2024: un gesto que inquieta
Tras sentenciar a un líder de la mafia balcánica y perder su custodia policial de forma sospechosa, el magistrado anticorrupción abandona su cargo

Jezdimir Srdan realizó una seña con las manos en plena pantalla grande.
El sistema judicial ecuatoriano enfrenta una crisis de seguridad sin precedentes. El juez anticorrupción Carlos Serrano Lucero ha dejado de despachar oficialmente tras una serie de eventos que parecen sacados de una película de suspenso, pero que son una realidad letal en el Caso Euro2024. Lo que comenzó como una amenaza gestual durante una audiencia telemática terminó en una renuncia forzada por la falta de protección estatal.
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Una amenaza en pantalla grande
El 20 de noviembre de 2025 marcó el inicio del fin para la permanencia de Serrano en el tribunal. Durante una audiencia del Caso Euro2024 —una investigación masiva sobre lavado de activos vinculada al narcotráfico de la mafia balcánica— el procesado Jezdimir Srdan lanzó una advertencia escalofriante.
Según un parte policial de inteligencia, Srdan, señalado como el líder de una red transnacional de movimiento de dinero hacia Europa, aprovechó un momento en que su micrófono estaba desactivado para realizar una señal inequívoca: deslizó su dedo índice horizontalmente por su cuello, un gesto universal de amenaza de muerte. El acto ocurrió mientras el tribunal, integrado por Serrano, Christian Fierro y Gabriela Lara, deliberaba la sentencia.
La tensión en el tribunal no solo era externa. Mientras los jueces Carlos Serrano y Christian Fierro votaron por declarar culpable de lavado de activos al ciudadano serbio, la jueza Gabriela Lara salvó su voto, hallándolo inocente. Cabe destacar que la magistrada Lara se encuentra bajo investigación en el denominado Caso Fachada, lo que añade una capa de complejidad y sospecha al entorno del juicio.
A pesar de que los informes de inteligencia policial solicitaron reforzar de inmediato el dispositivo de seguridad para Serrano y Fierro, la respuesta institucional fue la opuesta.
El abandono del juez Serrano por parte del Estado ocurrió en momentos críticos:
- Ataque previo: Días antes de la sentencia, un carro bomba detonó en las cercanías del Complejo Judicial Norte.
- Retiro de custodia: El 2 de diciembre, sin explicación clara, Serrano perdió su seguridad policial.
- Denuncia de presiones: El abogado penalista Felipe Rodríguez denunció públicamente que un alto funcionario del Consejo de la Judicatura habría presionado a Serrano para fallar a favor del narcotraficante serbio. Tras su negativa, la protección le fue arrebatada.
"No se ataca a un juez, se ataca al estado de derecho"
Ante la negativa del Consejo de la Judicatura de aceptar su renuncia inicial del 4 de diciembre y la persistente falta de resguardo, Serrano decidió el 17 de diciembre no volver a su despacho. En una carta dirigida a Henry Gaibor, director de la Judicatura de Pichincha, el magistrado fue enfático sobre el riesgo que corre su integridad.
“Se está poniendo en peligro mi vida al obligarme a continuar sin ningún tipo de resguardo personal... Quien no respeta la independencia judicial no ataca a un juez, sino al Estado de Derecho”, sentenció Serrano en su misiva de despedida.
Este caso deja una pregunta abierta sobre la capacidad del sistema ecuatoriano para proteger a quienes se enfrentan a las estructuras criminales más peligrosas del mundo.
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