La Revolución Ciudadana enfrenta uno de sus momentos más tensos tras la fuerte respuesta del expresidente Rafael Correa a las declaraciones de la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, quien admitió que evalúa dejar el movimiento.

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La controversia inició la noche del lunes 1 de diciembre, cuando Aguiñaga afirmó que el Ecuador de hoy “ya no es el de Correa” y reconoció públicamente que analiza abandonar la RC, a pesar de buscar la reelección para las seccionales de 2027.

La contundente respuesta de Correa

La mañana del martes 2 de diciembre, Correa reaccionó desde su cuenta en X con un mensaje que sonó a despedida y marcó su postura frente a la reflexión de Aguiñaga.

“Marcela querida: eres demasiado importante y sabia para la actual RC5. Anda nomás a dialogar con Noboa, nosotros NO lo haremos", escribió en su cuenta social.

Un segundo mensaje, más irónico y severo

Minutos después, Correa continuó con un segundo comentario que elevó la tensión interna, sugiriendo que Aguiñaga podría buscar apoyos externos para las elecciones:

"No reflexiones mucho. Apuesta por el apoyo de Tibán para las seccionales de 2027. Pero con nosotros no cuentes: más vale un gramo de principios que toneladas de trabajo".

La frase fue interpretada como una ruptura simbólica entre el exmandatario y una de las figuras más visibles de la RC en Guayas.

La reunión con Tibán reavivó el conflicto

El desacuerdo entre ambos se reactivó a finales de noviembre, cuando Aguiñaga sostuvo una reunión con Lourdes Tibán, prefecta de Cotopaxi.

Aunque el encuentro se manejó como un acto institucional, Tibán bromeó sobre la relación de Aguiñaga con el correísmo, lo que irritó a la dirigencia de la RC.

Correa rechazó abiertamente ese acercamiento y descartó apoyar una eventual candidatura de Aguiñaga dentro del movimiento.

En su entrevista, Aguiñaga insistió en que no tomará una decisión precipitadamente: “Yo me quedé cuando quedamos pocos, cuando también persiguieron a muchos. Yo no huí".

Sus palabras dejaron ver que, pese al distanciamiento, sigue valorando su trayectoria dentro de la RC.

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En paralelo, Aguiñaga ha coincidido en varios eventos públicos con el presidente Daniel Noboa, lo que ha alimentado rumores sobre un eventual reacomodo político en Guayas.

Para algunos analistas, la respuesta de Correa refleja el temor a una posible fractura territorial que pueda debilitar la estructura del movimiento.

Así las cosas, la confrontación entre Correa y Aguiñaga se suma a la crisis interna que vive el correísmo, un movimiento que enfrenta cuestionamientos sobre su liderazgo, cohesión y proyección electoral.

Por ahora, la prefecta asegura que sigue reflexionando, mientras Correa, desde Bélgica, cierra la puerta con declaraciones públicas que ya han generado un fuerte remezón político.

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