La ministra de Gobierno de Ecuador, Zaida Rovira, confirmó este martes 21 de octubre que el abogado Fausto Jarrín, conocido por haber defendido al expresidente Rafael Correa y al exvicepresidente Jorge Glas, forma parte del gobierno de Daniel Noboa como asesor de la Presidencia de la República.

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Durante una entrevista con Teleamazonas, Rovira fue consultada directamente sobre el rol de Jarrín. “Creo que es público y notorio. Sí, él es asesor, asesor de la Presidencia de la República, y no lo voy a negar. Lo han visto en algunas ocasiones conmigo también”, dijo la funcionaria

La ministra también reconoció que Jarrín ha estado involucrado en los acercamientos del Ejecutivo con el movimiento indígena, en el marco de las protestas nacionales contra el alza del diésel. Aunque aclaró que ella no participó en todas las reuniones, admitió que el abogado estuvo presente en algunos de los encuentros más recientes, como el desarrollado en Otavalo, donde el Gobierno intentó pactar una tregua.

“Él ha estado en algunas reuniones, no podría decirle en todas. Pero sí, le hemos visto en las fotos que ha estado allá”, explicó Rovira, dejando claro que la presencia de Jarrín en el equipo de diálogo no es casual, sino parte de sus funciones dentro del Ejecutivo.

El salto del correísmo al noboísmo

El paso de Fausto Jarrín del correísmo al entorno de Noboa marca una de las transiciones políticas más llamativas de los últimos años. El abogado, quien en 2021 llegó a la Asamblea Nacional como legislador por la Revolución Ciudadana, se destacó como uno de los principales defensores de figuras cercanas a Correa, incluyendo a Jorge Glas, Virgilio Hernández, Alexis Mera y Fernando Alvarado.

En julio de 2022, Jarrín renunció a su curul, alegando que debía “retomar al cien por ciento” su labor jurídica y defender a sus “compañeros perseguidos”. En aquel momento, denunciaba una “persecución política del Estado ecuatoriano” contra el correísmo y se mostraba como uno de sus portavoces más combativos.

Sin embargo, a partir de 2023 su discurso empezó a moderarse. Primero dejó de utilizar símbolos de la Revolución Ciudadana en sus redes sociales y, con el tiempo, fue distanciándose de las posiciones más duras del movimiento. En 2024, ya con Daniel Noboa en el poder, comenzó a aparecer vinculado a figuras del nuevo oficialismo, especialmente tras la llegada de Michele Sensi-Contugi al Ministerio de Gobierno.

Reportes periodísticos de Plan V y Martín Pallares señalaron que Jarrín asesoraba al Ministerio de Gobierno en asuntos políticos y jurídicos. El abogado no lo negó. Por el contrario, respondió con ironía en la red X: “Agradezco la propaganda recibida. Si necesitan asesoría legal, contáctenme en Kapital”, en referencia a su firma de abogados.

De abogado correísta a operador político del régimen

La relación entre Jarrín y el correísmo se rompió definitivamente en 2024, tras la incursión policial en la Embajada de México para arrestar a Jorge Glas y la victoria de Noboa en la consulta popular. Desde entonces, el abogado se mantuvo alejado de las filas de la Revolución Ciudadana, mientras ganaba espacio en el entorno presidencial.

En mayo de 2025, su presencia en la posesión de Daniel Noboa confirmó lo que ya se rumoraba: su acercamiento político con el Gobierno. Desde entonces, ha tenido un papel reservado pero estratégico en la gestión política y el diálogo social, especialmente durante los momentos de tensión con los movimientos indígenas.

A pesar de su nuevo rol, Jarrín no ha hecho declaraciones públicas sobre su trabajo con el Ejecutivo. En sus redes sociales mantiene un perfil bajo y evita referencias directas al presidente Noboa. Sin embargo, según fuentes del propio Gobierno, su experiencia jurídica y su conocimiento interno del correísmo lo convierten en una figura clave en la actual administración.

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