Carolina Jaramillo enfrentó un ambiente incómodo durante su conversatorio con la prensa en la Gobernación de Cotopaxi, desde donde funciona el Gobierno Nacional desde la semana pasada. La reunión giró en torno a las acciones del Ejecutivo respecto a la convocatoria de la ciudadanía a pronunciarse sobre una posible Asamblea Constituyente.

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Aunque Jaramillo afirmó que “el Poder Ejecutivo espera que todas las instituciones actúen de acuerdo con la norma”, los medios cuestionaron al presidente Daniel Noboa por los Decretos Presidenciales No. 148 y 153, mediante los cuales solicitó al Consejo Nacional Electoral (CNE) convocar a votación. La polémica se centró en que, según la prensa, la consulta debería haber pasado primero por la Corte Constitucional.

Cuestionamientos al hablar del ejecutivo

La vocera fue interrogada sobre las demandas de inconstitucionalidad presentadas contra el Decreto Presidencial No. 148 y la suspensión temporal ordenada por la Corte Constitucional. A pesar de estas críticas, Jaramillo defendió la legalidad de los actos del mandatario: “El presidente no ha faltado a ninguna norma, está actuando de acuerdo con la norma y con lo que lo está pidiendo el pueblo ecuatoriano”, afirmó.

Además, insistió en que el Ejecutivo no busca un único resultado en la consulta, sino que la ciudadanía participe de manera plena: “No hay nada más democrático que llevar a las personas a las urnas, que la gente se pronuncie no una, sino tres veces”. Jaramillo también aclaró que “no hay un plan B” en caso de que la Corte determine la inconstitucionalidad, recordando que la normativa establece un plazo máximo de 20 días hábiles para que la institución se pronuncie.

Disminución del poder de la aplanadora legislativa

Durante el conversatorio, la vocera presidencial también fue consultada sobre la reciente pérdida de la mayoría en la Asamblea Nacional. 

Durante la sesión del 19 de septiembre de 2025, al presentar la legisladora oficialista Lucía Pozo la moción para modificar el orden del día y respaldar la convocatoria a la Asamblea Constituyente, el oficialismo logró apenas 74 votos, quedando a tres del mínimo necesario.

La ausencia o abstención de aliados evidenció la falta de cohesión interna, mientras que un miembro del bloque oficialista, Adrián Castro, marcó su distancia y solicitó “la libertad suficiente para abordar el tema de Quimsacocha”. 

A pesar de esto, Jaramillo minimizó el impacto: “No, no hay ningún revés. Hoy estamos hablando de que nos vamos a una Asamblea Constituyente. ¿Te parece que eso es un revés?”, concluyó, dando por finalizado el conversatorio.

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