Ricardo Vera Arias utiliza sus botas todo el día, porque aún su casa permanece inundada tras el desbordamiento del río Matecito, en el recinto El Guayabo, del cantón Baba, provincia de  Los Ríos. 

El afluente que empezó a aumentar de nivel la semana anterior se salió de su caudal y dejó anegadas a unas 150 familias de la parroquia Guare, por eso, según describe Vera, en su pequeño inmueble ha levantado todo. 

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La primera noche de la creciente, el agua arrasó hasta con algunos animales de corral, como gallinas, patos y dejó unos enseres inservibles. También zonas de cultivos se han destruido por la fuerza del agua.

En la parroquia Isla de Bejucal y en sectores como El Carbón, San Francisco, Las Marianitas y La Islita también permanecen con acumulación de agua por las intensas lluvias. Personal de la Alcaldía de Babahoyo empezó con el levantamiento de información para que la Secretaría de Gestión de Riesgo enviara las ayudas.

Por lo pronto, los comuneros esperan que el agua descienda y al mismo tiempo solicitaron visitas médicas por el brote de enfermedades. Pese a que las viviendas están cerca del río, sus habitantes se niegan a salir de ellas para trasladarse a un albergue.

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