Un padre no podía asimilar lo que escuchó en los exteriores del Hospital Martín Icaza, la noche del sábado 24 de mayo. Su hijo, David Marcelo, de 34 años, quién acababa de ser ingresado de urgencia tras haber sido baleado, estaba muerto.

Junto a aquel inconsolable hombre estaba su hija, hermana del fallecido, quien lo abrazaba con fuerza en medio del dolor incontenible. La delincuencia que mantiene en zozobra a las zonas rurales de Los Ríos, le arrebató la vida al agricultor, descrito por sus familiares como un hombre tranquilo que no tenía problemas con nadie, pero que esa noche decidió no dejarse robar.

Este hecho ocurrió en el recinto Pueblo Nuevo de la parroquia Febres Cordero perteneciente al cantón Babahoyo, Los Ríos. Según testimonios recabados por la Policía, David fue interceptado por sujetos armados que intentaron sustraerle su motocicleta. Durante el forcejeo, el joven alcanzó a agredir a uno de los delincuentes, lo que habría desatado la furia de la banda a la que pertenecía el ‘pillo’.

Parientes quisieron esconder a la víctima

Por temor a represalias, sus amigos lo ocultaron en una vivienda del recinto Pueblo Nuevo mientras se calmaba la situación. Sin embargo, unos pocos minutos después, cuando intentaron sacarlo del inmueble en una motocicleta, los agresores lo interceptaron nuevamente.

Fue entonces cuando le propinaron un disparo mortal en la cabeza. En el mismo ataque resultó herido su primo, quien sufrió heridas contundentes en la cabeza.

A las 00:45 de ayer se realizó el levantamiento del cuerpo de David, quien deja en la orfandad a un pequeño, y a toda su familia, sumida en el dolor. Los deudos ahora también viven atemorizados por las posibles represalias de quienes cometieron el crimen. Los agentes investigan este caso mientras se encuentra levantando información sobre los posibles autores del suceso.

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