Enclavada en el corazón de los Andes, Riobamba se consolida como el epicentro del montañismo ecuatoriano. Rodeada por imponentes volcanes, esta ciudad es punto de partida para ascender a cumbres como el Chimborazo, el Altar, el Tungurahua o el Carihuairazo, haciendo de esta ciudad un destino ideal para amantes del deporte y la aventura.

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Una aventura en las alturas del Chimborazo y otros volcanes

Desde Riobamba se accede por la ruta que conduce al refugio Carrel, base para ascensos a las cumbres Veintimilla y Whymper. Su altitud la hace un lugar estratégico para la aclimatación para llegar al Chimborazo, que con 6,263 metros, es la montaña más alta del país y el punto más lejano del centro de la Tierra.

A poca distancia está el Altar, volcán extinto de afiladas cumbres nevadas que custodian la Laguna Amarilla, joya escondida en su caldera. El acceso comienza en el sector de Candelaria y permite expediciones de uno o varios días.

Otros volcanes como el Tungurahua, aún activo, y los Cubillines amplían la oferta para montañistas de distintos niveles.

Diversidad de rutas y experiencias deportivas

Además del montañismo de altura, Riobamba ofrece rutas de media y baja dificultad. En la parroquia San Juan, a 30 minutos del centro, se encuentra La Chorrera, una pared natural con más de 100 rutas de escalada en roca.

En el cerro Cachaguay, en la parroquia Cacha, hay senderos accesibles y vistas panorámicas de la ciudad. Quienes buscan conectar con la historia ancestral, en el tramo del Qhapaq Ñan entre Achupallas y Culebrillas puede recorrer antiguos caminos incas entre pajonales y lagunas.

La ciudad también se destaca por su dinamismo deportivo. Eventos como la Ruta del Hielero, que revive el trayecto de los antiguos recolectores de hielo del Chimborazo o competencias como Chimborazo Extremo MTB, Urku Trail Running y la Copa Penipe Extremo, consolidan a Riobamba como sede natural para el turismo activo.

El montañista Vinicio Mejía, con décadas de experiencia, señala el potencial turístico de la región: “Lo que va a sacar adelante a Riobamba es el turismo. Chimborazo, Carihuairazo, Tungurahua, Altar, Cubillines... es pura belleza que aún no aprovechamos”. Además, destaca el incremento en la práctica del montañismo tras la pandemia, subrayando que, aunque el equipamiento puede ser costoso, existen rutas accesibles que representan una inversión en salud física y mental.

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