Una nueva tragedia enfrenta Cleotilde Jama, de 59 años. Hace un año, esta habitante de la parroquia rural de Vuelta Larga, a 15 minutos del cantón Esmeraldas, en la provincia del mismo nombre, perdió a su hijo a manos de la delincuencia, ahora se quedó sin casa por un incendio.

El fuego originado, aparentemente, por un corto circuito, a las 17:00 del lunes 11 de septiembre de 2023, consumió el lugar donde vivió con su familia por más de 30 años. Ella y las otras ocho personas que habitaban en la casa, entre ellos dos menores de 10 y 12 años, se quedaron solo con la ropa que llevaban puesta.

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Desde el día del incendio duermen en un improvisado campamento que levantaron en un terreno vacío, frente a donde tenía su casa, de la que quedaron maderas quemadas.

Vecinos de Vuelta Larga, además de las carpas, les donaron colchones, sábanas, una cocina y un cilindro de gas y ropa. “Son los únicos que nos han ayudado, porque ninguna institución se ha hecho presente”, asegura Cleotilde, mientras contiene las lágrimas por el desconsuelo de haberlo perdido todo. Ahora están bajo carpas.

En medio de la desgracia, Cleotilde aún siente la repentina muerte de su hijo como si hubiera ocurrido ayer.

Entre sollozos Cleotilde recuerda que estaba trabajando y cuando llegó no pudo hacer nada. “Me quedé con los brazos cruzados”, dice.

Ahora, ella y su familia intentan levantar su nueva morada con sus manos y con la ayuda de sus vecinos, quienes se han organizado para construir una vivienda, pero esta vez de cemento.

Ya han empezado a cimentar las bases, por lo cual apelan a la solidaridad de los esmeraldeños y de pobladores de otros sectores para que les donen cualquier material de construcción.

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