El balón rebotó tres veces antes de cruzar la línea del arco. No fue un gol cualquiera. Fue el último. En la cancha Pincay, en el sector Playa Grande de Quevedo, el ataúd de Darwin Sánchez reposaba junto al arco mientras sus amigos de toda la vida, aquellos con quienes compartió tardes de fútbol y sueños de gloria, le rendían un homenaje.

(Lea también: Desaparecida en Manta: Madre de Dayanara Delgado clama justicia)

Eran las 10:30 de este sábado 19 de julio cuando el cuerpo del exfutbolista, de 42 años, fue sacado de la casa donde era velado.

Antes de llevarlo al cementerio La Paz, sus compañeros decidieron que debía despedirse como vivió: entre pelotas, gambetas y goles. Formaron una corte de honor, llevaron un balón y recrearon una jugada simbólica. Su hijo Thiago, adolescente y visiblemente afectado, intentó dar el pase final. A la tercera lo logró. El periodista que narraba la escena gritó el gol. Y los fuegos pirotécnicos estallaron en el cielo.

Fallecimiento del exfutbolista apodado 'Garrincha'

Darwin Sánchez jugó en varios equipos de Segunda Categoría en la provincia de Los Ríos. En uno de los que más brilló fue en el Venecia de Babahoyo. Era conocido como ‘Garrincha’ por su estilo de juego, y fue asesinado la noche del pasado miércoles 16 de julio, alrededor de las 23:00, en un centro nocturno del cantón Jaramijó, Manabí.

En el ataque murieron otras cuatro personas. Él se encontraba allí trabajando como taxista informal, una labor que realizaba para sostener a su familia tras su retiro del fútbol profesional. Nadie imaginó que esa noche sería “el final del partido” para quien alguna vez brilló en equipos de Segunda Categoría, especialmente en el Venecia de Babahoyo.

Su cadáver fue trasladado a Quevedo tras los trámites de autopsia. En su barrio, todos lo recuerdan como un hombre alegre, solidario y apasionado por el fútbol.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!