Cuatro días estuvo Miguel Erazo, de 25 años, dentro de un centro de rehabilitación de Guayllabamba, al norte de Quito, antes de ser asesinado de dos puñaladas. Cuatro internos fueron procesados por el delito de homicidio. Uno de ellos recibió prisión preventiva y el resto será investigado con medidas cautelares.

Según el testimonio de los implicados en el centro de rehabilitación se habría producido una fuga masiva y supuestamente se formó una riña entre internos. Producto de la misma resultó herido Erazo.

Investigaciones del caso

Sin embargo, investigaciones policiales determinaron que los cuatro sospechosos habrían participado en la agresión. Una cámara de seguridad reveló el momento en el que Erazo forcejeaba con uno de los detenidos y cómo el resto habría presenciado el ataque sin interferir.

El establecimiento fue clausurado porque no contaba con los permisos de funcionamiento y continúan las indagaciones del caso para determinar responsabilidades de los administradores y colaboradores.

Rehabilitados o muertos

Este crimen ha develado los problemas que esconderían estos centros de rehabilitación clandestinos puesto que la Agencia Metropolitana de Control (AMC) junto a la Policía Nacional y funcionarios del Ministerio de Salud Pública clausuraron cinco sitios que funcionaban ilegalmente en Chillogallo, San Antonio, Guayllabamba y Jipijapa.

Según el Municipio de Quito, ninguno de estos sitios contaba con la licencia de funcionamiento y, además, se habrían evidenciado maltratos físicos a los internos, deficiencias graves en la atención médica y psicológica, hacinamiento y condiciones insalubres.

Por si fuera poco, algunos de estos sectores se han vuelto inseguros por la presencia de venta de estupefacientes. 

Un agente policial, comentó a EXTRA que estos centros se han convertido en una fachada para el expendio de droga. De hecho, el oficial asegura que esa habría sido la causa del crimen en Guayllabamba.

Agresiones y sanciones

Ricardo Dávalos, director de Instrucción de la AMC, explicó que este tipo de establecimientos requiere de varios documentos para habilitar su giro de negocio.

El principal es la licencia que otorga el Municipio para el ejercicio de actividades económicas. Luego, se deben aprobar permisos del Cuerpo de Bomberos y, de ser necesario, del Ministerio del Ambiente. Eso sí, el funcionario enfatizó que los centros de rehabilitación también cuentan con un permiso otorgado por el Ministerio de Salud.

Locales peligrosos

Al no contar con estos requerimientos, el funcionario afirma que se han encontrado con varias irregularidades. La más notoria es el maltrato físico y abuso sexual. 

Además, viven en condiciones insalubres, la mayoría de internos serían obligados a estar en ese lugar y, en al algunos, casos mezclan hombres con mujeres y se han presentado caso de violaciones.

Operar sin los permisos necesarios puede ser sancionado con hasta 3.000 dólares.

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