En plena avenida 6 de Diciembre, en el norte de Quito, una mujer levantó la voz para pedir ayuda. Minutos antes, su conviviente habría sacado un arma, le apuntó y hasta disparó dos veces al aire, según contó a la Policía.

Ella relató que su pareja, Marbin Jiménez, la habría amedrentado con un revólver antes de irse caminando, como si nada, por la misma avenida.

Así capturaron al sujeto

Uniformados fueron alertados por el ECU 911 y patrullaron por los alrededores. Todo parecía silencioso hasta que vieron a un sujeto que tenía las mismas prendas que describió la víctima: chompa negra con franjas naranja, camiseta roja, calentador azul y zapatillas negras con blanco.

Apenas notó la presencia policial, el sospechoso corrió. La persecución terminó extendiéndose por la calle Manuel Lizarzaburu, el parque La Dammer y finalmente por las avenidas De las Hortensias y 6 de Diciembre.

En ese trayecto, el sujeto habría botado un arma, y la chompa que llevaba puesta.

Los agentes lo neutralizaron y constataron que lo arrojado era un revólver calibre 38, con cacha de madera envuelta en cinta adhesiva negra. En el tambor encontraron dos vainas y un cartucho.

Falta seriedad judicial

El sujeto fue llevado a la Unidad de Flagrancia y lo procesaron por el delito de tenencia de armas. Este escenario le parece inverosímil a la abogada penalista Lissete Pardo Jijón, quién comentó que si se demostraría que la víctima fue agredida por el sospechoso debía ser acusado por femicidio en grado de tentativa.

Sin embargo, la experta comentó que en este tipo de casos, los fiscales suelen ‘hacerse los locos’ y cambiar de delito a uno con el que el sospechoso pueda ser sentenciado a una pena y no quede libre.

Pardo añadió que esto lo suelen hacer porque, al parecer, “no saben investigar”. En estos escenarios, la jurista recomienda que el proceso se pueda llevar, incluso, como un concurso de delitos en el que se incluyan tenencia de armas, intimidación u otro que pueda enmarcar el contexto de la violencia de género.

¿Cómo actuar en estos casos?

Para llevarlo a estas instancias, la abogada señaló que como evidencias se pueden presentar: la alerta que hizo la víctima al ECU 911, su testimonio anticipado durante la investigación, demostrar que había un ejercicio de poder y violencia en relación, entre otras pericias.

Pardo añadió que en este tipo de enfoques, por más de que la intimidación no sea parte de los delitos en contextos de violencia, “sí tienen una perspectiva de género”. 

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