El presidente Daniel Noboa tendrá su propia serenata por las Fiestas de Quito este martes 2 de diciembre, luego de que el Municipio confirmara que no alcanzó a contratar la tradicional Serenata Quiteña.

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El anuncio, hecho por simpatizantes del oficialismo y difundido por la ministra de Gobierno, llena el vacío que dejó la suspensión del evento municipal.

El recorrido arrancará a las 10:00 en el Teatro Sucre y avanzará hacia la Plaza de la Independencia, con bandas, comparsas, bastoneras, danza y la participación de barrios, estudiantes y migrantes.

Los vecinos que no se hablan

La serenata aparece justo cuando la relación entre Daniel Noboa y el alcalde Pabel Muñoz está rota. Ambos trabajan en edificios separados por unos cuantos pasos, pero políticamente están más lejos que nunca.

El clima se tensó aún más cuando Muñoz explicó públicamente que no habría serenata porque el Sercop detuvo el proceso de contratación y ya no alcanzaban los tiempos. Y remató con una frase que retrató el momento: “Que se quede con los churros hechos..."

Esa declaración dejó claro que el saludo protocolario —que históricamente simbolizaba unidad entre Municipio y Gobierno central en las fiestas— este año no ocurrirá.

Una tradición fracturada

La Serenata Quiteña se ha realizado como un gesto entre la ciudad y el Presidente, pero este 2025 se quiebra en dos.

Por un lado, el Municipio reconoce que no pudo ejecutar el proceso.

Por otro, sectores afines al Gobierno avanzan con una serenata propia, sin coordinación con el Cabildo.

El resultado es una postal inédita: el Presidente será homenajeado, pero no por el Municipio, y el alcalde que solía liderar ese acto quedará al margen.

Esta es la primera vez en 66 años que el evento no se realiza. Algo que los habitantes del Centro Histórico esperan no perjudique el flujo turístico de diciembre.

Con la serenata municipal suspendida y la serenata para Noboa organizada por fuera del Municipio, Quito vive sus fiestas con una agenda partida.

Dos discursos, dos espacios, dos gestos que revelan más de lo que celebran.

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