El robo a la casa parroquial de la iglesia Cristo Resucitado, en el sur de la capital, se conoció este 1 de octubre de 2025, aunque ocurrió la madrugada del 29 de septiembre. Seis delincuentes encapuchados ingresaron al inmueble y despojaron al sacerdote y a las personas que lo acompañaban de pertenencias valoradas en decenas de miles de dólares.

De acuerdo con la información policial, el hecho se produjo alrededor de la 01:00, cuando los delincuentes treparon al predio de la iglesia y se dirigieron directamente a la vivienda donde descansaba el párroco junto con varias personas de apoyo.

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Los sujetos, que usaban guantes y pasamontañas, maniataron a quienes estaban en el sitio y les cubrieron la cara para impedir que los reconocieran. Según la oficial Pamela Trujillo, jefa del circuito El Calzado, actuaron con violencia: “A las personas que estaban con el padre, ahí descansando, les amarran y les tapan la nariz y la cara para que no puedan verles a estos individuos”.

Objetos sustraídos en la casa parroquial

El registro policial detalla que los delincuentes rebuscaron en varias habitaciones y se llevaron artículos de valor, entre ellos:

• Dos televisores
• Tres teléfonos móviles
• Una laptop y una tablet
• Una bicicleta
• Un proyector
• Varias joyas pertenecientes al párroco
• Dinero en efectivo
• Un vehículo Toyota Fortuner, color plateado.

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El automotor fue utilizado para la huida y posteriormente abandonado en el sector de Caupicho, en el sur de la ciudad. Gracias al sistema GPS fue rastreado y recuperado en buen estado en la calle Leonidas Dubles. El perjuicio económico del robo asciende a cerca de 50.000 dólares, según estimaciones policiales.

Agresión y amenazas durante el asalto a la casa parroquial

Durante el asalto, el sacerdote fue golpeado y amenazado por los encapuchados. Por ese motivo, inicialmente se negaría a poner una denuncia formal. No obstante, el caso quedó en conocimiento de la Policía Judicial (PJ), que abrió una investigación. Los moradores de la zona expresaron indignación, pues señalaron que el párroco de la iglesia Cristo Resucitado se caracteriza por colaborar con la comunidad a través de su labor pastoral.

El informe policial reveló que el ingreso de los delincuentes al inmueble se facilitó porque, al parecer, el cerco eléctrico no estaba operativo. Además, la casa parroquial carecería de cámaras de videovigilancia que hubieran permitido obtener registros del asalto. En las imágenes tomadas después del hecho se aprecia el desorden en varias habitaciones, como consecuencia de la búsqueda de bienes por parte de los delincuentes.

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