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Quito

Dary considera que el resultado de una obra no es lo importante sino el proceso.Leonardo Velasco Palomeque

Lienzos desnudos, trap satánico y arte ornamental: la cultura antisistema en Quito

Dary convierte su vida en arte con estilo crudo. Entre murales, joyas y tatuajes, su creatividad se levanta como bandera de resistencia cultural.

La escena podría haber sido sacada de una película que no pasaría nunca por una sala de cine comercial. La habitación está saturada de ornamentaciones en las paredes, que se asemejan a arañas acechando a cada visitante. 

El aire está denso por el humo de tabaco y marihuana, mientras el sonido de un trap satánico retumba a todo volumen, encendiendo la atmósfera de un taller cultural en Las Casas, al norte de Quito.

Entre botellas de cerveza a medio beber y cuadros de la década de 1930 intervenidos con pinceladas turbias, aparece Dary (David Alexander Rivera Yánez), acompañado de tres mujeres semidesnudas que parecen listas para un ritual. 

Este tipo de arte es una propuesta que fusiona música, muralismo y cultura callejera para cuestionar los límites de lo establecido.Leonardo Velasco Palomeque

No es un artista de galerías ni de ferias elegantes; su universo creativo está lejos de los muros blancos del circuito comercial capitalino. Dary se mueve en el ‘arte underground’, un espacio subterráneo donde la imaginación se funde con la contracultura y lo prohibido.

Ritual artístico en cada trazo

A sus 32 años, Dary no pinta cuadros, invoca seres del más allá. Su lienzo puede ser un cuerpo desnudo, una pared abandonada o un trozo de metal que acaba convertido en una joya afilada. Lo suyo no es la decoración, sino la provocación. En cada una de sus obras, su propósito es generar una tensión visual, un guiño con guante de seda al curioso que las contempla.

Tres modelos se desnudan sin pudor frente a él. Solo se cubren los pezones con cinta adhesiva negra. Sus cuerpos se transforman en altares vivos en las manos de Dary, quien aplica la pintura como si estuviera invocando fuerzas ocultas.

Cada trazo se convierte en un conjuro y cada figura en un símbolo cargado de energía. En esta ocasión, lleva a cabo una sesión de body paint que parece salida del inframundo.

Su estilo es Dark Ornamental, una corriente que fusiona líneas duras, símbolos esotéricos y geometrías complejas con elementos tribales y góticos.

Destreza fuera de lo común

Dary, ambidiestro, utiliza ambas manos para crear escenarios irrepetibles. Las estrellas de cinco puntas tatuadas en sus extremidades parecen cobrar vida, guiándole en cada trazo hacia una dimensión artística distinta. Las pinceladas con aguja son oscuras, densas, pero siempre mantienen una simetría y proporción que depende del espacio del cuerpo que está marcando.

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Cada cliente sale marcado, no solo por el arte, sino por un pacto simbólico. Para Dary, lo importante no es el arte final, sino la vibra con la que se construye: la energía que fluye entre él y su lienzo. Si el momento es el adecuado, el resultado es un póster underground.

Las personas que quieran ver el trabajo del artista underground pueden visitar su perfil de Instagram: @daryhustlecortesía

Más allá de la piel: joyas y cuadros

El trabajo de Dary no solo se plasma en la piel o en las paredes, también se funde en metal. En su mesa reposa una joya de plata que parece un arsenal infernal: un colgante en forma de esfera rodeada de espinas, tan agresivo como bello, como si ocultara un poder secreto.

Dary cuenta que comenzó en la joyería por necesidad. Tras ver en redes sociales piezas que no se fabricaban en el país, decidió emprender, aunque al principio fue un proceso de prueba y error.

A pesar de los peligros del trabajo con metales tóxicos, logró imprimir su estilo único. Sus creaciones, que incluyen estaño y cobre, podrían algún día dar paso a la joyería fina con oro, pero por ahora prefiere seguir en la ‘joyería underground’.

En su taller también cuelgan reliquias ‘tuneadas’: cuadros familiares de antaño que él intervino a su manera. Un ejemplo: un retrato de Jesús crucificado ahora luce tatuajes idénticos a los que Dary lleva en su propia piel. En otro lienzo, la escena de unos niños inocentes también ha sido marcada con tinta en sus rostros.

Anti-sistema y contracultura

La irreverencia de Dary se refleja en cada obra y forma parte de su ideología. No cree en el arte como mercancía ni en la escena mainstream que busca el reconocimiento. Su arte es una crítica al sistema, una creación desde la periferia, con símbolos que algunos llamarían blasfemos, pero que para él son auténticos.

Su taller, ubicado en una casa cultural emergente, parece más un templo que un estudio. Ahí se mezclan cuadros antiguos profanados, pinceles sucios, latas de spray, esculturas metálicas y bocetos de tatuajes que parecen mandalas oscuros. Todo en su taller respira contracultura.

Sus clientes prefieren que los tatuajes de Dary sean en el rostro y el cráneo.Cortesía

Las modelos que lo acompañan forman parte de este ecosistema. Son independientes, sin agencias ni pasarelas. Para ellas, posar desnudas y ser cubiertas de pintura no es una provocación, sino una complicidad. 

Arzenyka, rapera y compositora, comparte la estética de Dary. Su conexión con el arte underground va más allá de lo visual, pues la aceptación de sí misma es, para ella, un acto liberador. Enciende un cigarrillo y pide que apaguen las luces para sentirse más cómoda mientras el artista empieza a rozar su cuerpo con el pincel.

Su pareja, Paula Francisca, tatuadora y modelo, también entiende la propuesta de Dary, viendo en el arte un espacio para el encuentro con el yo interior, sin estigmas ni límites. A ella, por ejemplo, le atrae Satanás y todas las manifestaciones diabólicas.

Las modelos que sirven como lienzo también viven en el mundo del arte underground. En la foto, ArzenykaLeonardo Velasco Palomeque

Enseñanza y mensaje

Dary se sirve un vaso de cerveza luego de pintar durante horas. Respira, observa, y más relajado afirma que no solo pinta, sino que también enseña. Para él, compartir su caligrafía con niños y jóvenes es tan importante como crear sus propias obras. Cree en el intercambio de energía que se da durante el proceso creativo, no solo en el resultado final.

Su arte es contestatario, de izquierda, y crítico del capitalismo. Busca que su trabajo no solo sea una forma de expresión, sino también un mensaje filosófico y reflexivo para la sociedad.

Las proyecciones de Dary

Se proyecta hacia exposiciones underground que rompan con los estándares de los medios y espacios tradicionales, con la esperanza de que su estilo siga creciendo y conectando con más gente. Para Dary, el camino está claro: seguir creando, enseñando y dejando que su arte hable por sí mismo... desde el bajo mundo.

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