Una operación policial evitó una tragedia en el norte de Quito. La noche del jueves 6 de noviembre, un vehículo con tres cilindros de gas conectados a tacos de dinamita fue localizado en una calle cercana al Complejo Judicial Norte, donde se desarrollaban actividades hasta pasadas las 20:00.

El Grupo de Intervención y Rescate (GIR) acudió al lugar tras la alerta y desactivó el sistema que iba a detonar los explosivos, antes de que se produjera una explosión.

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Según los reportes técnicos, el artefacto tenía la capacidad de causar daños graves a personas y a la infraestructura judicial.

Confirmación del Ministerio del Interior

El ministro del Interior, John Reimberg, confirmó la intervención y explicó que el hallazgo está vinculado con otros ataques.

“El GIR se encuentra operando en la desactivación de tres cargas explosivas dentro de un auto”, informó en la red X.

El funcionario añadió que el sistema que iba a detonar los cilindros fue neutralizado y que estos hechos formarían parte de “intentos de atentados sincronizados por quienes están desesperados”.

Alerta paralela en Guayaquil

Durante la misma jornada, en Guayaquil, la Policía también atendió un paquete sospechoso junto a un cajero automático en la avenida 9 de Octubre y Chile, que simulaba contener dinamita.

En ese caso, los agentes confirmaron que no había explosivos reales, pero el hecho elevó la alerta en todo el país.

Operativo y evacuación

El área del complejo judicial fue cerrada por equipos antiexplosivos, y se evacuó al personal y a los usuarios que aún permanecían en el edificio.

La Policía Nacional confirmó que los tres cilindros de gas y los explosivos fueron retirados y neutralizados. Las investigaciones continúan para determinar el origen del vehículo y los responsables.

Reacción del Consejo de la Judicatura

El Consejo de la Judicatura (CJ) condenó el hecho en un comunicado emitido la noche del jueves.

“El CJ rechaza todo acto de intimidación y violencia contra la Función Judicial. En coordinación con la Policía Nacional, se activaron los protocolos de seguridad para proteger a servidores, usuarios y garantizar la continuidad del servicio”, indicó la institución.

El organismo añadió que mantiene coordinación permanente con las autoridades competentes y pidió a la ciudadanía informarse únicamente por canales oficiales.

Aunque no se ha afirmado si el ataque se debió a alguna audiencia o diligencia judicial que se realizaba en el edificio, el CJ aseguró que no cederá ante los intentos de amedrentamiento. “El trabajo judicial continuará con normalidad y firmeza”, señaló el comunicado.

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