La madrugada de este sábado 17 de mayo se registró un nuevo atentado con explosivos en el sector de la Bahía, en el centro de Guayaquil, uno de los puntos comerciales más concurridos de la ciudad.

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Según reportes preliminares, varios sujetos que se movilizaban en motocicleta arrojaron artefactos explosivo, presuntamente tacos de dinamita, en locales ubicados en la intersección de las calles Manabí y Eloy Alfaro. La detonación provocó serios daños materiales en al menos cuatro establecimientos comerciales y afectó también parte de la acera.

“Ya estamos cansados de tanta delincuencia. No podemos trabajar con tranquilidad. No hay paz”, expresó con impotencia una de las comerciantes afectadas.

Los dueños de los negocios relataron que el pasado jueves 8 de mayo ya se había producido un hecho similar: sujetos desconocidos dejaron dos artefactos explosivos en distintos locales de la zona. Uno de ellos logró detonar, causando daños materiales, mientras que el segundo fue desactivado a tiempo por personal especializado.

Las amenazas no han cesado en La Bahía

Desde entonces, las amenazas no han cesado. Durante los ultimos días varios propietarios recibieron mensajes intimidatorios a través de WhatsApp, en los que se les exige el pago de extorsiones a cambio de no atentar contra su integridad ni la de sus negocios. En uno de los mensajes se advierte: “La próxima, volaremos tres locales”.

Ante esta situación de inseguridad, un grupo de comerciantes realizaron un plantón este lunes 12 de mayo, acudieron a la Gobernación del Guayas, donde fueron recibidos por el teniente político, el intendente de Policía y el jefe del Distrito 9 de Octubre. Las autoridades se comprometieron a reforzar la seguridad en la Bahía con al menos 25 policías adicionales y un incremento en los patrullajes.

“Queremos que esto no se quede solo en promesas, sino que se convierta en una realidad. Los comerciantes necesitamos garantías para seguir trabajando”, manifestó Lucy Peña, vocera del gremio.

El atentado se suma a una serie de hechos violentos que, en las últimas semanas, han sembrado el temor entre los comerciantes del centro de Guayaquil, quienes exigen acciones concretas y urgentes para frenar la ola de violencia y extorsiones.

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