Una citación por mal estacionado despertó la furia del conductor de un autobús, con placa de la provincia de Sucumbios. Según el relato de los agentes de Tránsito de Quito, que impusieron la multa, el iracundo chofer se habría parqueado sobre la avenida Interoceánica, en el oriente de la ciudad, en un lugar no permitido.

Dos agentes que pasaban por el sitio lo vieron y bajaron de una motocicleta. Las uniformadas iban a cumplir con un relevo, pero tuvieron que detenerse. Al pedir al conductor sus documentos y colocarle la multa, el chofer se puso agresivo.

"Babosas, para eso compran los puestos, váyanse a cocinar", habría dicho el conductor amonestado en el momento exacto en el que la uniformada se subía en su motocicleta. Después de unos minutos, la joven sintió una patada en la pierna.

Tras la agresión, las agentes pidieron apoyo a la Policía Nacional. Un uniformado llegó hasta la escena y detuvo al conductor del vehículo por el supuesto ataque a la servidora. Luego, fue llevado a la Unidad de Flagrancia, en la avenida Patria, centro-norte de Quito.

En la audiencia de flagrancias que se realizó el 28 de noviembre, un juez ordenó cuatro días de prisión para el implicado, además de ordenarle que pida disculpas públicas y el pago de una multa de cien dólares.