La presencia de solares vacíos es un problema que agobia a los habitantes de la ciudadela Brisas del Río, norte de la ciudad.

Juan Morán, quien habita en la manzana L4, denuncia que desde hace más de 20 años hay un predio baldío que permanece con monte crecido que ha llegado, en algunos casos, a enredarse en las mallas que limitan con las veredas y las paredes que colindan con las casas.

Señala que hay predios vacíos con cerramientos y el letrero de ‘Se vende’; otros sin ningún tipo de protección que originan inseguridad y motivan la proliferación de mosquitos y roedores.

María Gutiérrez, quien habita a pocas cuadras, tiene frente a su vivienda otro solar vacío. “Estos sitios se han convertido en botaderos de basura que emanan olores nauseabundos”, menciona la mujer, quien asegura que en varias ocasiones ha enviado oficios al Municipio para que intervenga, pero no se ha conseguido mayor cosa. 

“Los municipales vienen y dejan sellos de clausuras, pero al día siguiente los indigentes los quitan para seguir escondiéndose en esos sitios”, puntualiza.