Estudiantes y docentes de la Universidad Agraria del Ecuador protagonizaron una jornada de protesta este martes 27 de mayo, en Guayaquil, con el objetivo de exigir acciones inmediatas frente a lo que consideran una crisis institucional.

Los manifestantes, que bloquearon la avenida 25 de Julio e incendiaron llantas como parte de la protesta, piden al Consejo de Educación Superior (CES) que intervenga ante presuntas irregularidades en la administración de la rectora Tamara Borodulina.

La tensión se traslada a las calles

La manifestación no fue un hecho aislado. Desde hace más de un mes, tanto estudiantes como docentes han levantado su voz dentro y fuera del campus universitario para denunciar una serie de irregularidades que, según ellos, afectan gravemente el funcionamiento de la institución. El malestar ha escalado progresivamente, abarcando diversas problemáticas que han salido a la luz en los últimos días.

Durante la movilización de este martes, los estudiantes reclamaron que el CES actúe con urgencia, alegando que la situación administrativa se ha tornado insostenible. Los manifestantes consideran que la intervención de este organismo es necesaria para restablecer la normalidad y el respeto a los procesos internos.

Acusaciones por incumplimientos y despidos arbitrarios

Parte del descontento se refleja en mensajes visibles dentro de la universidad. Uno de ellos, colocado en una de las puertas de la Universidad Agraria, enumera una serie de denuncias contra la actual administración. El texto acusa a la rectora Tamara Borodulina de no acatar varias resoluciones oficiales —entre ellas las resoluciones 139, 146, 147 y 148— y de realizar despidos y cambios de personal sin justificación clara.

Además de señalar posibles irregularidades en la toma de decisiones administrativas, el cartel exige la salida de varios funcionarios cercanos a Borodulina y denuncia posibles actos de corrupción. Estas acusaciones han sido centrales en las exigencias de los manifestantes, quienes insisten en la necesidad de recuperar lo que denominan la "legalidad y dignidad universitaria".

Clases presenciales, un conflicto que destapó otros reclamos

Las tensiones actuales se intensificaron luego de los reclamos por el regreso a clases presenciales, un tema que marcó el inicio del nuevo periodo académico el lunes 26 de mayo. Lo que comenzó como una exigencia puntual se transformó en un reclamo más amplio por transparencia, participación y mejoras en la gestión institucional.

Docentes y estudiantes coinciden en que la situación ha superado lo académico. A su juicio, lo que está en juego es la estabilidad de toda la universidad. Las demandas incluyen no solo el restablecimiento de clases normales, sino también la implementación de medidas que garanticen una administración clara y justa.

Por ahora, la comunidad universitaria permanece a la espera de una respuesta oficial del Consejo de Educación Superior. Los manifestantes han señalado directamente a las autoridades académicas como responsables de la situación actual, y demandan acciones concretas para resolver lo que consideran una crisis profunda dentro de la Universidad Agraria del Ecuador.

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