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Pintura mural en Pompeya, de artista romano desconocido del siglo I d. C.Tomado de wikimedia commons

Pompeya, Grecia, Japón: así se retrató el placer a lo largo de la historia

Obras eróticas de Grecia, Japón, el Renacimiento y el siglo XX muestran cómo evolucionaron los tabúes y la libertad sexual

A lo largo de la historia, el arte ha sido un espejo de nuestras obsesiones, miedos y deseos. Y, aunque a veces tratemos de disimularlo, pocas cosas han sido retratadas con tanta persistencia como el sexo.

(Lea también: Así retrataban el placer los pueblos antiguos de América Latina: Guía y curiosidades)

Desde los frescos pícaros de Pompeya hasta los grabados shunga en Japón, pasando por las Venus renacentistas y la fotografía contemporánea, cada época ha dejado su rastro visual sobre cómo entendía el cuerpo, el placer y sus propios límites. 

Pero no se trata solo de erotismo: es también historia social. Lo que se mostraba, lo que se ocultaba y lo que se castigaba revela cómo cambiaban la moral, el poder y la libertad

Para algunos pueblos, el sexo era parte del ritual o del aprendizaje; para otros, un tema para esconder en salones privados o detrás de metáforas mitológicas. Hoy, con la fotografía y el cine, el cuerpo se volvió más público que nunca. 

En este recorrido, el sexo no solo aparece como acto, sino como símbolo, protesta, narrativa y, sobre todo, como una pregunta abierta sobre quién mira, quién decide y qué se considera “arte”.

Antigüedad mediterránea (Egipto, Grecia, Roma)

En Egipto, la sexualidad se vinculaba con la fertilidad y el orden cósmico: los mitos de Osiris e Isis muestran el sexo como fuerza creadora. En Grecia, los vasos áticos del siglo VI–V a. C. retrataron escenas eróticas usadas en banquetes (symposia). En Roma, los frescos de Pompeya —muchos en tabernas y burdeles— evidencian que el erotismo formaba parte explícita de la vida urbana.

Grabado del papiro de Turín.Tomado de archivoshistoria.com

Culturas asiáticas: Japón, India y China

El shunga japonés (siglos XVII–XIX) circulaba sin censura estricta: eran manuales sexuales, sátiras y piezas para amantes. En India, los templos de Khajuraho (s. X) muestran figuras eróticas talladas como parte de un camino espiritual hacia la liberación (moksha). En China, los 'libros de almohada' ilustrados combinaban erotismo, medicina y técnicas de armonía corporal.

Xilografía shunga que muestra a amantes en una terraza otoñal.The British museum

Renacimiento y Barroco (Europa)

El Renacimiento recuperó el desnudo grecorromano para justificar escenas sensuales a través de la mitología: Venus, ninfas y amores divinos servían como “excusa” para mostrar cuerpos reales. En el Barroco, artistas como Rubens y Caravaggio exploraron el erotismo desde la sensualidad religiosa y el dramatismo.

Venus de Urbino, de Tiziano (1538).Khan Academy

Siglo XIX: la modernidad y el escándalo

El desnudo deja de ocultarse detrás de mitos: Olympia de Manet (1865) mostró a una mujer real mirando al espectador con frontalidad inédita, y el público lo consideró provocador. La fotografía, nueva en ese siglo, acercó imágenes íntimas y comenzó a desafiar lo que era “aceptable”, abriendo debates sobre moralidad, realismo y control social.

Olympia, de Edouard Manet (1863).Museo de Orsay

Fotografía y cine (finales del XIX – siglo XXI)

La cámara permitió capturar cuerpos sin idealización, desde retratos íntimos hasta estudios anatómicos. En el cine, la censura del Código Hays (1934–1968) limitó cómo mostrar el deseo, lo que llevó a metáforas visuales y simbolismos. Con su caída, directores europeos y estadounidenses integraron la sexualidad como parte central de la narrativa, el conflicto y la estética moderna.

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