Las balas ‘zumbaron’ en Guayaquil y Durán, en Guayas. En apenas doce horas, diez personas fueron atacadas a tiros y la mitad falleció, de acuerdo a información proporcionada por la Policía Nacional.

El primer caso de este registro fue a las 14:00 del viernes 18 de febrero, en el sector conocido como Peñón del Río, en el norte del cantón Durán. En ese lugar, fue asesinado Ignacio Leodán Vera Muñoz, de 47 años, cuando se dirigía a su casa.

La víctima, quien constaba con un antecedente penal por estafa, fue interceptada por criminales que se movilizaban en una camioneta y una moto. En la escena, los peritos recogieron cerca de mil dólares en efectivo y 11 indicios de balas.

A las 16:00, en las calles 40 y la J, del suburbio porteño, fue herido a tiros Israel Fernando Moreno Martínez. Él fue llevado de urgencia a un hospital, donde permanecía bajo cuidados médicos. Los investigadores analizarían la grabación de una cámara de vídeo que hay en el sector, para determinar quién lo atacó.

Pocos minutos después, en la vía a El Chorrillo, cerca del kilómetro 21 de la vía a Daule, moradores escucharon disparos cerca de la carretera y al acercarse descubrieron el cuerpo sin vida de Bryan Jorge Montaño Borja, de 25 años.

Los lugareños comentaron que, al parecer, el fallecido tenía dos tatuajes: uno con la palabra “Lobo” y otro que hacía alusión a ese animal, en el tórax. En el sitio del suceso, los peritos de Criminalística encontraron un indicio de proyectil.

El caso que dejó más víctimas fue el de las 22:00 y se suscitó en el bloque 2 de Bastión Popular. El crimen ocurrió en los exteriores de un velorio, sitio al que algunos individuos, a bordo de un vehículo, llegaron para disparar a quienes estaban en el área exterior.

En el percance resultaron heridas cinco personas: Irda Verónica Tindila Quinde, Katherin Stefanía Rodríguez Garcés, Andrés David Vera Rivera Jefferson Francisco Vera Rivera y Eduardo José Bajaña Pinela. Todos fueron llevados de urgencia a centros médicos, pero el último falleció por la gravedad de las lesiones.

De ahí, cerca de las 00:00 del siguiente día, fueron atacados a balazos dos amigos que dialogaban y libaban dentro de un automóvil, en Mapasingue, en la parte posterior de la ciudadela Los Ceibos. El copiloto, identificados como Galo Javier Flores Torres, de 25 años, murió en el asiento.

El conductor, Jordy Steven Ponce Vera, de 21 años, corrió y cuando fue localizado por agentes uniformados notaron que tenía una herida de bala en un glúteo. Los investigadores esperaban que el sobreviviente les ayudara a esclarecer lo sucedido.

Finalmente, a las 02:00, en la cooperativa Assad Bucaram, de la parroquia Pascuales, fue asesinado Pablo Olmedo Quiñónez Bone, mientras estaba en un velorio.

Los peritos de Criminalística no hallaron indicios precisos en la escena, por la lluvia y la gran cantidad de personas que alteró la escena del suceso, según reportes preliminares.

Por estos casos, la Policía no reportaba, hasta el cierre de esta nota periodística, la detención de algún sospechoso.