Luis Geovanny Pilaloa Avilés hizo todo lo que estuvo a su alcance para intentar revivir a su hijo Aldair Pilaloa Mármol, de 16 años, quien se ahogó en las turbulentas aguas del río San Pablo, del cantón Babahoyo, provincia de Los Ríos.

Pero las señales de vida en el adolescente eran nulas y en la clínica donde sus familiares pretendían ingresarlo no quisieron recibirlo bajo el argumento de que había fallecido. Así, la noche del lunes 15 de febrero se volvió más oscura para Luis, quien debió decirle adiós a su retoño al interior de la ambulancia que lo trasladaba. “Me enteré a eso de las 17:00, cuando un vecino llegó a la casa diciendo que mi hijo se había ahogado”, sostuvo el dolido progenitor.

El menor, oriundo de la parroquia Barreiro, había salido a bañarse con unos amigos. Luego, presumiblemente, la corriente lo arrastró.

Los ‘panas’ alcanzaron a recuperar su cuerpo y le brindaron los primeros auxilios hasta que arribara una ambulancia, pero al parecer no fue suficiente.

Durante el trayecto a Babahoyo el menor seguía inconsciente y los paramédicos notificaron su deceso. Posterior, en la misma ambulancia fue llevado a la morgue de la localidad para los trámites pertinentes.

Aldair era estudiante de la Unidad Educativa Barreiro y sus exmaestros le dedicaron breves palabras de despedida. También lo hicieron sus amigos del colegio con videos que subieron a las redes sociales. (TOF)