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La agonía en las puertas de hospitales, en Quito
Las casas de salud entraron en ‘terapia intensiva’. Familiares de enfermos se quejan que no reciben una pronta atención.
Los pacientes esperan sentados en la intemperie para ser atendidos en las casas de salud de la capital. Sus familiares, agotados y desconsolados, los acompañan el tiempo que pueden y les dan ánimo para que no decaigan.
Esta es la dura realidad que se puede apreciar los últimos días en las afueras de varios hospitales. Las personas llegan convalecientes. Usan chalinas y doble mascarilla para evitar un contagio masivo. No se pueden poner de pie si no es con la ayuda de sus allegados. Otros están solos y permanecen por horas afuera de la sala de emergencia, hasta que un médico los atienda.
El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, negó que el sistema de salud de la capital haya colapsado por el aumento de contagios por el coronavirus. Dijo que hay 90 pacientes que están esperando ser atendidos, pero afirmó que ellos no están afuera de los centros hospitalarios.
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La familia Sarango no está de acuerdo con esas declaraciones porque ellos permanecieron por más de cinco horas en las inmediaciones del Hospital Enrique Garcés, en el sur de Quito, y no recibieron la atención que solicitaron, la mañana de ayer.
Carmen Sarango llegó a las 06:00 en estado grave, acompañada por sus dos hijas. No podía respirar, se ahogaba, tenía fiebre y le dolía todo el cuerpo. La llevaron al área donde atienden a pacientes con síntomas respiratorios. Le dijeron que tenía una infección pulmonar y que debía ser atendida en otra casa de salud porque ahí ya no había camas.
Silvia Sarango llevó unas radiografías que le hicieron a su madre hace una semana en una clínica privada. Según ella, el doctor que la atendió dijo que estaba contagiada con el virus. “Como el costo del tratamiento en ese lugar era muy caro, decidimos venir acá, pero solo le dijeron que tome paracetamol”.
Las hermanas compraron un suero oral para que su mamá, de 63 años, recuperara energías, e insistieron en el hospital para recibir atención, pero no obtuvieron respuesta. Luego tomaron un taxi y fueron a otro centro con la esperanza de que Carmen fuera internada.
La familia está desesperada porque algunos de sus miembros fueron contagiados con coronavirus; algunos superan la enfermedad y otros empiezan a sentir los síntomas. Las hermanas Sarango estaban en el periodo de cuarentena obligatoria para recuperarse de la COVID-19, pero rompieron el cerco epidemiológico para llevar a su madre. No quedó de otra.
Además, su padre está infectado y se mejora en la casa. El hombre, de 60 años, tiene hipertensión y diabetes. Fue llevado al Hospital IESS Quito Sur la semana anterior. Según Silvia, estuvo cuatro días y luego le dieron el alta. “Solo nos mandaron una receta y dijeron que debe permanecer 14 días aislado”, comentó.
La mujer está preocupada porque su padre volvió a tener los síntomas respiratorios.
Colapso total
Ana Massón y su hermano menor creen que están contagiados por el virus porque ingresaron por varias ocasiones al Hospital del IESS Quito Sur la semana pasada, cuando su padre fue internado por unos problemas en el estómago.
Según la mujer, de 25 años, su papá tenía dolores intestinales y llamaron al ECU-911 por varias ocasiones, pero no enviaron una ambulancia. Fueron a la Policía para solicitar que lo llevaran en un patrullero, pero tampoco lo ayudaron.
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Cuando lograron conseguir un taxi, su padre estaba muy débil. Lo trasladaron a una clínica ubicada en La Villaflora, pero solo les dieron paracetamol.
Fueron al Hospital IESS del Sur, pero allí no querían atenderlo. Ana insistió en que su padre no tenía COVID-19 y lograron internarle. El hombre fue intervenido quirúrgicamente por dos ocasiones, pero no logró sobrevivir.
“No solo se mueren los contagiados. También personas que quieren ser atendidas por otras patologías”, dijo.
En esa casa de salud, ubicada en El Calzado, en el sur de la ciudad, existen 500 pacientes internados con coronavirus. De ellos, 319 están en hospitalización y 60 en cuidados intensivos. Este hospital centinela atiende a más del 80 % de casos confirmados a nivel de Pichincha.
María Isabel también cree que se contagió con el virus porque llevó a su hijo, quien fue internado por una enfermedad catastrófica. Ayer, ella lo visitó en el hospital y luego fue hasta el área donde atienden a pacientes sospechosos con COVID-19. “No tengo sentido del gusto ni puedo oler bien”, dijo la adulta mayor.
El panorma
Desde que se cambió el color del semáforo en Quito, las medidas de restricción se redujeron, lo que provocó que más ciudadanos salgan a las calles. Esto causó un incremento en los casos confirmados de COVID.
775 camas están disponibles, según el ministro
de Salud.
Según los datos del Ministerio de Salud, desde el 29 de febrero, cuando se detectó el primer caso de contagio de esta enfermedad en el país, hasta el 3 de junio, día en el que se cambió el color de semáforo, en Pichincha se registraron 4.166 infectados con el virus. Las cifras emitidas hasta el pasado lunes 6 de julio reportaron 8.994 casos.
Es decir, en el último mes se registraron 4.828 personas más con coronavirus. Esto significa que se duplicaron los casos en solo 30 días.