A unos diez metros de distancia de su casa, sobre una polvorienta calle, quedó el cuerpo sin vida de Julio Cantillo Gualpa, tras recibir varios impactos de bala por un sujeto, hasta ahora desconocido.

Ocurrió poco antes de las nueve de la noche del jueves 4 de junio, en Las Américas 1, sector Las Tecas, al sur de Milagro, provincia del Guayas.

Según su familia, el joven de 22 años recién llegaba de recibir unos cursos sobre ingeniería. Un tipo salió de entre la maleza y por motivos que son investigados le propinó varios balazos.

“Hay quienes dicen haber escuchado tres y otros hasta seis detonaciones. En la morgue, con la autopsia, podremos saber con exactitud cuántos disparos recibió la víctima”, informó Marcos Proaño, jefe de la Dinased de la Subzona Guayas.

En cuanto a los móviles de la muerte violenta, el oficial indicó que no tienen información, pues aunque la víctima no registra antecedentes penales deberán revisar en su base de datos para confirmar la existencia de procesos pendientes.

Mientras tanto, en Las Américas 1 se vivieron momentos de tensión entre sus moradores, pues Perico, como le decían, era muy conocido y querido. “Él era inocente. Estudiante universitario y trabajador. No se por qué lo mataron”, repetía entre lágrimas Sandra Abeiga, mientras observaba a los amigos de su sobrino colocando velas en el sitio en el que cayó abatido.

Para Lupe González, moradora del sector, el problema radica en la inseguridad de la ciudadela por la existencia de unas plantaciones de teca en las que, personas desconocidas, se refugian para supuestamente consumir drogas, mantener relaciones sexuales y cometer otra clase de delitos. (ML)