Jhair Bohórquez era el enamorado de Verónica Jazmín Silva Ruiz, la universitaria de 21 años que fue estrangulada y cortada por la mitad presuntamente por su ‘pana’ y excompañera de colegio, Kathleen Alexandra Layana López.

El crimen ocurrió el martes 2 de octubre en la cooperativa Causa Proletaria, del Guasmo sur, en Guayaquil. La motivación de la sospechosa, quien se atribuyó el asesinato en una confesión judicial, habrían sido los celos que sentía porque ella aún amaba al ‘pelado’ de su amiga, aunque él supuestamente no quería saber más de ella.

Y así lo confirmó en la declaración que rindió en la Fiscalía tras el hallazgo del cadáver, el jueves pasado, a la cual Diario EXTRA tuvo acceso. En el relato, que consta en el expediente, Bohórquez precisó haber conocido a Kathleen hace tres años y que mantuvieron dos años de relación sentimental.

“Terminé con ella porque era muy posesiva. Incluso, una vez llegó a amenazarme con una tijera, diciéndome que no quería que me escriba con ninguna amiga”, narró al Ministerio Público el agobiado joven, quien tiene 20 años.

Tras el aterrador hecho, un equipo de Diario EXTRA acudió a su vivienda, en el Guasmo sur, para dialogar con él, pero un allegado se asomó a la ventana y comentó que el muchacho estaba emocionalmente destruido y que ni siquiera podía hablar.

El joven, según le habría contado a los parientes de la fallecida, fue enamorado de la víctima durante un año, pero los familiares no lo conocían y ni siquiera sabían de esa relación, según confirmó la hermana mayor de la occisa, Ruddy Silva.

Y fue Ruddy la primera en enterarse que había existido algo entre su ñaña y Jhair, porque la noche del miércoles, tras el hallazgo del cadáver, él le envió una solicitud de amistad a su cuenta de Facebook, se presentó y preguntó si sabían algo de Verónica, porque horas antes había descubierto prendas y objetos de ella en la casa de su exnovia, Kathleen Layana.

Lo contactó

Ese día, a las 09:00, Kathleen llamó a Jhair por teléfono y le preguntó si quería un machete, el mismo que habría utilizado para cortar a Verónica, pero él supuestamente no sabía a qué se debía su pregunta y la cuestionó.

“¿Para qué? Y me dijo: para que cortes los montes que tienes afuera de tu casa”, con esa respuesta terminó la conversación, de acuerdo al escrito legal.

A las 14:15, recibe un mensaje: “Necesito irme de aquí, hay un tipo que me está buscando para matarme”. De ahí, a las 16:15, “me vuelve a escribir unas palabras de despedida”, sin dar mayores explicaciones, acotó el joven en su declaración.

Esa fue su última conversación, porque de ahí volvió a saber de ella a las 22:15, cuando agentes llegaron a su casa para trasladarlo a la Fiscalía, para que rindiera su versión.

Desde ese instante, los familiares de Verónica Silva no supieron más de él, porque no habría acudido al velorio.