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Tras el doble crimen, los guardias de seguridad abandonaron la garita, dejando allí chalecos y credenciales.EXTRA y cortesía

Aterrador testimonio tras crímenes en Málaga 2: “La crónica de una muerte anunciada”

Vecinos denuncian la presencia de personas de dudosa procedencia, carros blindados y motos rondando. "Nos sentimos como en el Guasmo, la Trinitaria"

Una vivienda de dos plantas, ubicada en la urbanización Málaga 2, en el kilómetro 15 de la vía a Salitre, cantón Daule, fue escenario de un violento ataque que dejó dos personas muertas la madrugada de ayer.

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Las víctimas fueron identificadas como Jairo Oswaldo Beltrán Betancourt, de 27 años, hallado sin vida en la planta baja del inmueble junto a una mesa de billar, y Enrique Arturo Postes Romero, de 36, encontrado sobre el piso de un dormitorio en la segunda planta. Ambos presentaban múltiples impactos de bala. En la escena, la Policía levantó indicios balísticos y una grabadora de video digital.

Según el testimonio de personal de seguridad, alrededor de las 02:30 una camioneta negra ingresó al conjunto residencial. Tras unos diez minutos, el vehículo salió, pero antes cinco hombres encapuchados descendieron, amenazaron a los guardias con armas de fuego y les sustrajeron dos pistolas. Luego huyeron del lugar.

La conviviente de Postes Romero relató que descansaban en su habitación cuando escucharon un fuerte golpe en la puerta. Minutos después, varios hombres armados irrumpieron exigiendo dinero, joyas y el teléfono celular de su pareja. También intentaron llevárselo por la fuerza, pero en medio del forcejeo uno de los atacantes le disparó.

“Al bajar a la primera planta, tras la huida de los agresores, encontré sin vida a mi compadre Jairo Beltrán, quien estaba de visita en la casa”, contó la mujer a los investigadores.

Así quedó ayer la garita luego de que los guardias abandonaran sus puestos de trabajo.EXTRA
La Asociación de Residentes informó que ha solicitado resguardo permanente en la garita, pero la Policía respondió que, por falta de vehículos en la zona, no es posible asignar un patrullero fijo.

Moradores viven en zozobra

Residentes consultados por este medio denunciaron que la urbanización ha perdido la tranquilidad desde hace aproximadamente dos años, cuando comenzaron a llegar personas “de dudosa procedencia”. Afirman que junto a ellas ingresan individuos que no son residentes y que entran y salen libremente del conjunto.

“Esto fue la crónica de una muerte anunciada: carros blindados, sin placas… Los guardias están, pero es como si no estuvieran; hacen lo que pueden, no sabemos si están amenazados o si forman parte de una banda. Esto se salió de las manos. Estoy angustiada, uno lo que quiere es vivir tranquilo”, expresó una moradora.

Otro vecino indicó que los atacantes amenazaron a los guardias de la garita y retiraron las cámaras de vigilancia de la entrada. “Un guardia llamó al ECU-911, pero la ayuda llegó después. Los hombres fueron directamente a la manzana 17, villa 1, donde mataron a dos personas. Ya hay personas de dudosa procedencia que ingresan al sector. Esto era algo que se veía venir: muchas motos circulando dentro de la urbanización, caos total. Pagamos nuestras casas con esfuerzo y no hay tranquilidad”, afirmó.

Vecinos aseguran que dentro del conjunto operan organizaciones que controlan ciertas viviendas. “No son inquilinos, son propietarios que compraron de repente esas casas. El ambiente es invivible. Hay muchas motos y personas que aparentan ser de buen aspecto, pero la situación es tensa. Vivo aquí desde 2014 y no podemos continuar así. Nos sentimos como si vivieramos en el Guasmo, en la isla Trinitaria”, lamentó otra residente.

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