Narcisa Vaca se coloca la mochila adelante y la abraza con fuerza, luego de ver que tres sujetos les robaron el dinero a dos jóvenes que estaban sentados en la parte trasera de un bus del Corredor Sur Occidental.

Ella vio que los delincuentes se subieron en el andén de San Roque, en el centro de Quito, y luego de cometer el delito se bajaron en la parada de los Dos Puentes, en el sur.

Durante ese trayecto de casi dos kilómetros, Vaca comentó que ni ella ni otros usuarios que vieron la acción pudieron hacer algo, por temor a que los pillos tomen represalias en su contra.

Hace un mes ella fue otra víctima de la delincuencia en este medio de transporte urbano. Sujetos con cuchillo le robaron la mochila en el andén de San Roque y desde entonces teme que vuelva a suceder. “Siempre viajo con un familiar para tener más seguridad”.

Según la Policía Nacional, a diario reciben de 4 a 5 alertas de personas que han sido víctimas de robo en alguno de los 21 andenes que conforman la ruta del Corredor Sur Occidental. Las paradas más conflictivas son Fundeportes, Chillogallo, Magdalena, San Diego y San Roque.

Criminales peligrosos en los buses

El coronel William Egas, comandante del Distrito Quitumbe, señaló que en las dos paradas que le competen a su jurisdicción (Fundeportes y Chillogallo), los delincuentes aprovechan las horas pico, de 05:30 a 07:30, para cometer delitos.

Según el oficial, los pillos se infiltran entre la gran cantidad de personas que utilizan el servicio de transporte. Sacan armas blancas o pistolas para amenazarlas y les roban sus pertenencias. Luego les pasan los objetos sustraídos a sus compinches que están afuera de los andenes.

Por esta forma de operar, el coronel indicó que utilizan agentes de inteligencia para que investiguen los movimientos de los ladrones y les hagan seguimiento. Junto al apoyo del personal motorizado que permanece rondando los andenes, logran capturarlos.

Un video que se volvió viral en redes sociales a finales de julio muestra que dos sujetos armados ingresaron a la parada Chillogallo y le quitaron el arma de dotación al guardia de seguridad. Luego robaron el dinero de la recaudación y huyeron.

Personal de la Policía Judicial los capturó en una discoteca de La Michelena, en el sur de Quito, luego de que tuvieron una riña con otros individuos.

Nuevas bandas delictivas

Egas indicó que este tipo de delincuentes dejaron de ser los típicos oportunistas que aprovechaban el descuido de sus víctimas para atacarlas. Ahora, según el comandante, se han convertido en bandas organizadas que se dedican a varios delitos que les permiten incrementar sus economías criminales.

La Policía Judicial (PJ) ha identificado que muchos de ellos cumplen varios roles. Es decir, hay días que se dedican a robar a los usuarios de los buses y otros en los que expenden estupefacientes. “Luego se desplazan a sectores del norte de Quito o al valle de los Chillos”, precisó Egas.

Según información de la PJ, los sospechosos aprehendidos en el sur de Quito, en su mayoría, se identifican como integrantes del grupo de delincuencia organizada Los Lobos. Sin embargo, en el caso de los atracos en el Corredor Sur Occidental han identificado otras estructuras más pequeñas, como clanes familiares.

Mónica (nombre protegido) es la propietaria de un local de víveres ubicado frente a la parada Chillogallo. Esta es una zona comercial en la que se mezclan locales y venta ambulante.

La señora afirmó que ha sido víctima de estos nuevos grupos delictivos que, en su mayoría, son conformados por miembros de una misma familia. Uno de estos clanes se ha autodenominado La Banda del Italiano, mientras que otros se hacen llamar Los Priscilos.

El objetivo de los clanes criminales

Ambas estructuras, según Mónica, obtienen sus ganancias mediante los robos que cometen en las paradas de buses y dentro de las unidades. Por un tiempo se habrían disputado el control de estos espacios, pero en la actualidad, supuestamente, colaboran entre ellos.

La comerciante añadió que en vista de lo lucrativo que se les ha vuelto el ‘negocio’, han intentado expandir sus alcances. “Pretenden extorsionar a los dueños de los locales, pero no nos dejamos. Tenemos un chat de seguridad en donde permanecemos en contacto”.

Un agente de la PJ le reveló a Diario EXTRA que los sujetos que le robaron el arma al guardia de seguridad pertenecen a una de estas nuevas estructuras criminales que operan en Chillogallo.

Guardias relacionados al crimen

El conductor de uno de los 272 buses que cubren la ruta del Corredor Sur Occidental denunció que, en ocasiones, no existe colaboración por parte de la guardianía que resguarda el sistema de transporte. De hecho, afirmó que algunos de los celadores tendrían complicidad con las bandas criminales.

Este escenario fue confirmado por el coronel Egas, quien afirma que la única solución ha sido desplegar más agentes encubiertos para detectar este tipo de ‘malos elementos’.

Por esta razón, han implementado códigos para comunicarse mediante las radios portátiles. Por ejemplo, explicó que si uno de los choferes observa a un grupo de sospechosos en alguna parada, alerta a sus compañeros que vienen detrás con un número, para que estén pendientes.

Asimismo, cuando un delincuente sube a una unidad, el conductor envía otro número mediante la radiofrecuencia para que uno de sus colegas reporte el caso a la Policía Nacional.

EXTRA se contactó con la Secretaría de Movilidad del Municipio de Quito para que informe cuáles son los protocolos de seguridad que se activan en caso de robo y obtener datos estadísticos sobre este delito. No obstante, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

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