La unidad policial de antinarcóticos estaba detrás de una presunta microexpendedora de droga por dos meses. La intentaban ubicar en la ciudad de Cayambe, al norte de la capital.

Los agentes tenían información de que la mujer vendía base de cocaína (bazuco) en el cantón y que pretendía expandir su territorio a las periferias. Es así que realizaron un allanamiento en un domicilio de la calle Simón Bolívar.

Agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) tumbaron las puertas y neutralizaron a los habitantes de la vivienda. Entre ellos estaba Blanca Quinchiguano, la presunta bruja. En su cuarto encontraron una funda con una sustancia blanquecina.

Cuando realizaron los primeros cotejamientos, los agentes determinaron que se trataba de base de cocaína. Tenía 480 dosis que representaban 48 gramos. También encontraron dinero en efectivo y varios celulares con los que, al parecer, se contactaba con los clientes.

La mujer fue llevada hasta la Unidad de Flagrancia para iniciar el proceso judicial en su contra por tráfico de estupefacientes a mediana escala. Según el Código Orgánico Integral Penal (COIP) si a la mujer le encuentran responsable del delito, puede ir hasta cinco años tras las rejas.

Quinchiguano registra varios antecedentes penales, según el Consejo de la Judicatura, uno de esos es por asociación ilícita.