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Caso en CIDH: Abdalá Bucaram no quiere el dinero, ¿a qué aspira el expresidente?
Abdalá Bucaram dice que busca que la CIDH reconozca su destitución como golpe de estado y restaure la dignidad de su apellido. ¿Y la cifra rumorada?
El expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram volvió a poner el foco en su demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y dejó claro, este 14 de agosto de 2025, que su reclamo no tiene un objetivo económico, sino político e histórico. En su declaración más reciente, Bucaram rechazó categóricamente la versión que habla de posibles indemnizaciones millonarias y puntualizó que lo que realmente busca es el reconocimiento de que su destitución en 1997 fue un golpe de estado y la recuperación de la dignidad de su apellido.
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En su mensaje, publicado en su cuenta de X, el expresidente afirmó: “Mi demanda actual no aspira una recuperación tan estúpida como marca la prensa. Yo necesito un reconocimiento tácito de que fue un golpe de estado y la recuperación de la dignidad de mi apellido. Hablar de $ 200 millones es un absurdo con lo que los golpistas pretenden desviar el centro de la acusación que es clarisimo. Una mafia política cometió un crimen político y deben pagarlo, ese es el punto”.
¿Por qué Bucaram rechaza el enfoque económico de los medios?
Según Bucaram, la atención mediática en torno a cifras como los 200 millones de dólares desvía la discusión del objetivo central de su demanda. Para él, no se trata de un beneficio monetario, sino de una reparación moral y política por lo que considera un crimen político cometido por la clase política de la época. El expresidente insiste en que los responsables de su destitución deben asumir la responsabilidad histórica de sus actos.
Mi demanda actual no aspira una recuperación tan estúpida como marca la prensa. Yo necesito un reconocimiento tácito de que fue un golpe de estado y la recuperación de la dignidad de mi apellido. Hablar de $200 millones es un absurdo con lo que los golpistas pretenden desviar el…
— Abdala Bucaram Ortiz (@abdalabucaram) August 14, 2025
El contexto de su demanda se remonta a 1997, cuando el Congreso Nacional, presidido por Fabián Alarcón, lo declaró con “incapacidad mental” para ejercer la presidencia, sin que existieran exámenes médicos o psicológicos que respaldaran la decisión. Esa medida forzó su salida abrupta del poder y marcó un precedente controversial en la política ecuatoriana. Bucaram sostiene que esa acción fue una maniobra política de un grupo de actores que se apropiaron del poder de manera ilegítima, y que la CIDH debe reconocerlo formalmente.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó al gobierno de Daniel Noboa un plazo de tres meses para justificar la destitución. Durante este tiempo, el Estado ecuatoriano debe presentar sus argumentos sobre la legalidad de la decisión tomada en 1997.
Para Bucaram, cualquier discusión sobre la cuantía económica de la demanda es secundaria y un intento de distraer de la acusación principal: que su destitución fue un golpe de estado y que se trata de un caso de responsabilidad política histórica.
¿Quién es Abdalá Bucaram?
Abdalá Bucaram es un político y abogado ecuatoriano, nacido en Guayaquil en 1952, que se desempeñó como presidente del Ecuador entre agosto de 1996 y febrero de 1997, siendo destituido por el Congreso por supuesta incapacidad mental.
Su carrera política comenzó como intendente de policía de Guayaquil y más tarde fundó el Partido Roldosista Ecuatoriano, inspirándose en la figura de su cuñado, el expresidente Jaime Roldós. Fue alcalde de Guayaquil y participó en varias elecciones presidenciales antes de ganar en 1996. Su breve gobierno estuvo marcado por escándalos de corrupción, políticas económicas impopulares y un estilo controvertido, lo que le obligó a exiliarse en Panamá en varias ocasiones.
A lo largo de los años ha enfrentado múltiples procesos judiciales por corrupción y otros delitos, y pese a su baja aceptación popular, ha intentado regresar a la política.
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