Antes de acudir al médico cuando tiene algún resfrío o dolores en las articulaciones, Nicole Yankuam visita la ‘botica’ de la selva. De sus padres aprendió algunos secretos de cómo utilizar lo que ofrece la Pachamama (Madre Tierra) para tratar ciertas enfermedades.

Esos males que atacan, comúnmente, por el cambio de clima los trata con la manteca del chontacuro, cuya larva la obtiene de las palmas de la chonta. La joven explica que tiene dos opciones: se las come vivas o las mata para obtener la manteca y el aceite que sale de ese cuerpo viscoso.

“Es muy efectivo para aliviar muchas enfermedades. La tos, gripe, bronquitis hasta para aliviar los cólicos menstruales los consumimos”, asegura Nicole.

Ella aprendió de sus padres y ellos de sus abuelos, ahora sigue esos pasos con sus hijos, a quienes les hereda esos conocimientos ancestrales y así no perder aquellas costumbres. Uno de los chamanes de la provincia de Napo, Jorge Vargas, aseguró que este método curativo sobrevive desde la antigüedad.

El gusano, que es conocido con diferentes nombres, se lo cultiva en la montaña y hay de dos clases, los que se reproducen en la chonta o los del árbol de meretel. El de la chonta es el más consumido y su alimentación es del corazón de este árbol.

Venta en el mercado

Cada tres meses es recolectado y los nativos de la Amazonía los colocan en recipientes con desechos de la misma palma de chonta y los llevan hasta los mercados.

Cleydi Grefa, oriunda de Archidona, aseguró que las propiedades curativas del gusano son efectivas. “Antes de la llegada de los mestizos, los primeros nativos no conocían de médicos, se curaban con lo que les proveía la naturaleza”, sostuvo Cleydi.

Ella también le atribuye la efectividad, controla la diabetes, colesterol, hemorroides, ayuda a expulsar cálculos renales y como purgante para limpiar el organismo.

Plato exótico

María Yumbo es comerciante de comida e indicó que el gusano también es apetecido en la gastronomía, tanto local como para los visitantes. Los comuneros lo ingieren porque les da energía y salud. Lo oferta frito, asado o también en maitos, que son cocidos dentro de la hoja de plátano.

Según las personas que los consumen el sabor del chontacuro es variado, para muchos es una delicia que sabe a coco, mientras que otros aseguran que es insípido, pero todos concuerdan en que es viscoso.

La larva tiene varios nombre en algunos sectores la conocen como chontacuro, en otros se los conoce como mayones, hualpa o cucuno.

El gusano no solo es apetecido para curar males respiratorios y otras enfermedades estacionales, sino también lo acompañan en diversos platos típicos de la selva y muchas veces son servidos como postres en los restaurantes o locales de los mercados de las ciudades amazónicas.