¿Hay una ‘súper gripe’ en Ecuador? Epidemiólogo explica la posibilidad de una nueva pandemia
El médico e investigador, Esteban Ortiz, recomienda a los ciudadanos informarse, mantener la calma y tomar medidas de prevención para evitar el contagio.
Los adultos mayores y los niños son las personas más vulnerables de ser contagiadas por el virus.
La confirmación de la circulación de una variante de influenza en Ecuador encendió las alarmas en redes sociales y provocó escenas que recuerdan los primeros días de la pandemia de COVID-19.
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Personas comprando masivamente mascarillas, escasez momentánea en farmacias y ciudadanos preocupados por una supuesta ‘enfermedad mortal’.
Sin embargo, los especialistas coinciden en que no hay razones para entrar en pánico ni repetir los errores del pasado.
Experto advierte que no hay necesidad de volcarse a las farmacias.
El epidemiólogo Esteban Ortiz, investigador de la Universidad de Las Américas (UDLA), explicó que esta influenza ha sido asociada con una mayor velocidad de transmisión, lo que ha generado preocupación en la población, pero la evidencia científica no indica que sea más peligrosa o letal que otras influenzas.
De acuerdo con el especialista, aunque esta versión del virus puede contagiarse con mayor facilidad y, por la llamada deriva antigénica, evadir parcialmente la respuesta inmunológica previa o las vacunas disponibles, no se trata de un virus nuevo ni de un escenario con potencial pandémico.
“La influenza H3N2 ha estado circulando en el mundo durante muchos años”, señaló.
¿Nueva pandemia?
Ortiz fue enfático en marcar distancia con el recuerdo del COVID-19. Aclaró que aunque todas las enfermedades respiratorias comparten ciertos síntomas, la influenza H3N2 no implica confinamientos, cuarentenas ni ‘encierros’, como ocurrió en 2020.
El hospital apeló a la sentencia en su contra.
El riesgo de complicaciones, explicó, no depende únicamente del virus, sino de las condiciones de cada persona.
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Adultos mayores, niños menores de seis meses y pacientes con enfermedades crónicas o degenerativas son los grupos más vulnerables. En estos casos, la vacunación cobra mayor importancia, ya que reduce el riesgo de cuadros graves y hospitalizaciones.
Prevención para la ciudadanía
En cuanto al comportamiento social, el epidemiólogo recordó que hoy la población tiene más información que al inicio de la pandemia.
“Antes había desconocimiento y miedo. La gente iba a los supermercados a buscar papel higiénico y mascarillas. Ahora sabemos que el papel higiénico no previene enfermedades y no debe agotarse”, indicó, al tiempo que recomendó no saturar sin necesidad los centros de salud ni las farmacias.
Las personas esperan afuera de un hospital del sur de Quito.
Las medidas de prevención siguen siendo las mismas que para cualquier enfermedad respiratoria: uso adecuado de mascarilla, quedarse en casa si se presentan síntomas, evitar acudir a lugares públicos estando enfermo y estar atento a señales de alarma como dificultad para respirar, dolor en el pecho o malestar general intenso.