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En el panfleto dejado el 8 de junio pasado, delincuentes exigían el pago de una suma de dinero.
Gerardo Menoscal y cortesía

Conmovedor testimonio de comerciante extorsionado en Guayaquil: “Ya no sé qué hacer”

El afectado ya había pagado 500 dólares hace dos semanas. Sin embargo, esta vez colocaron un explosivo en la puerta de su local

Guillermo, un comerciante de 53 años, ha vivido momentos de angustia en menos de dos semanas. El pasado 8 de junio, dos sujetos a bordo de una motocicleta llegaron hasta su negocio en la isla Trinitaria, al sur de Guayaquil, y realizaron varios disparos contra el establecimiento.

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Y la madrugada del lunes 23 de junio se registró un nuevo atentado. Esta vez no hubo balacera, sino la detonación de un artefacto explosivo que fue colocado en el exterior del local, dañando parte de la puerta principal.

“Ya no sé qué hacer, cada vez es peor. En esta ocasión no hubo ningún aviso previo, simplemente pusieron una bomba. La vez anterior sí dejaron un panfleto en el que exigían dinero. Pagamos 500 dólares para que no nos hicieran daño”, expresó Guillermo.

Este no ha sido el único ataque que ha sufrido. Desde 2022 ha sido blanco de al menos seis hechos violentos. El primero ocurrió en junio de ese año, cuando recibió amenazas por extorsión. En 2023 encontró una hoja con exigencias económicas y en octubre de 2024 enfrentó un intento de secuestro.

La extorsión, también conocida como ‘vacuna’, es uno de los delitos que han tenido un repunte en los últimos dos años.

El 13 de enero de este año, delincuentes irrumpieron en su negocio y se llevaron más de 1.000 dólares. Luego vino el ataque a bala del 8 de junio, donde se contabilizaron al menos 13 disparos. Y más recientemente, la explosión.

La explosión registrada ayer causó daños en la puerta de ingreso al negocio.GERARDO MENOSCAL

“No mencionan el nombre de la banda, pero aquí operan muchos grupos criminales que nos tienen aterrados. En el papel que dejaron hace dos semanas ponen un número de teléfono y piden que colaboremos. Me dieron 24 horas para pagarles... Esto es terrible”, lamentó el guayaquileño, quien lleva tres décadas dedicados al comercio.

Guillermo no es el único afectado. Otros comerciantes del sector también denuncian ser víctimas constantes de extorsiones. Aseguran que motocicletas con personas desconocidas circulan a cualquier hora del día, generando temor. “Estos delincuentes parece que nos vigilaran. Cada día estamos peor”, manifestó una moradora preocupada. 

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