El caudal del río Paute, que es la fuente principal del complejo hidroeléctrico Paute Integral, ha comenzado a mostrar un comportamiento inusual. Desde agosto de 2025, la curva que representa su situación hidrológica ha descendido, después de alcanzar su nivel más alto en julio.

(Te invitamos a leer: Jóvenes en Acción Ecuador 2025: la guía definitiva para acceder al programa)

Hasta el 5 de agosto de 2025, el caudal promedio del Paute se situaba en 155,85 metros cúbicos por segundo (m³/s), lo que implica una disminución del 57 % respecto al promedio máximo de julio, de acuerdo con datos de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) Sur.

Este descenso indica el inicio de la época de estiaje en Ecuador, según Luis Ordóñez, consultor eléctrico. 

La época de estiaje se caracteriza por la reducción de las lluvias en la cuenca amazónica, lo que disminuye los caudales que abastecen a las centrales hidroeléctricas y limita la disponibilidad de agua para la generación de electricidad, afectando así el suministro a hogares, comercios e industrias.

¿Qué está pasando con Paute?

En el caso de Paute Integral, que incluye las plantas Mazar, Molino y Sopladora, esta situación podría comprometer su capacidad máxima de generación de 1.700 megavatios (MW), lo cual representa el 30 % de la demanda eléctrica nacional. 

Jorge Luis Hidalgo, consultor eléctrico, señaló que la situación actual es preocupante si se compara con los caudales de los años anteriores, aunque no es tan crítica como en el mismo periodo de 2024 (49,99 m³/s) y 2023 (121,34 m³/s). Además, el Gobierno aún no ha integrado completamente la generación planificada para el periodo de estiaje.

Para el estiaje de 2024-2025, el Gobierno tenía previsto incorporar 979,5 MW, de los cuales se han logrado concretar aproximadamente 102 MW. A esto se suma 20 MW de la planta El Descanso, inaugurada recientemente. Esta realidad sugiere la posibilidad de apagones en 2025.

El Gobierno de Ecuador asegura que no habrá apagones en 2025

Sin embargo, Carolina Jaramillo, portavoz del presidente Daniel Noboa, aseguró el 4 de agosto de 2025 que no se prevén apagones, basándose en los altos niveles de reservas en los embalses: Daule Peripa al 86,1 %, Pisayambo al 99,1 %, Amaluza y Mazar al 100 %.

Según Hidalgo, se estima que el país podrá mantener estos niveles de reservas hasta septiembre, pero el nivel de los embalses disminuirá conforme se genere energía hidroeléctrica. Los meses más críticos del estiaje se anticipan para octubre y noviembre de 2025.

(Puede interesarte: Corte admite demandas y frena parcialmente leyes de Inteligencia y Solidaridad)

Durante la época de estiaje, Ecuador necesita alrededor de 4.600 megavatios para satisfacer la demanda nacional. Sin embargo, con la menor disponibilidad de agua y la generación térmica reducida, se proyecta que se alcanzarán entre 3.700 MW y 3.900 MW. 

Para cubrir este déficit de 700 MW, se considerará importar energía de Colombia (450 MW) y recurrir al alquiler de generación flotante (barcazas) por 230 MW. Este proceso está previsto para iniciar en los próximos días.

¿Cuánto invertirá el Gobierno para evitar apagones?

El costo estimado de esta contratación es de $ 343,8 millones, lo que resulta ser $ 100 millones más alto que la opción térmica de Pascuales, que fue declarada desierta. 

Este alquiler se sumará a los 300 MW disponibles a través de tres barcazas, cuyo costo fue de más de $ 250 millones, y a otras inversiones que en 2024 generaron un déficit tarifario de $ 603 millones.

Esto ha llevado al Gobierno a ajustar las tarifas para el sector industrial en junio de 2025. Especialistas advierten que la adquisición de energía flotante podría desencadenar una nueva revisión tarifaria. Para aliviar este impacto, se sugiere reducir los subsidios que aún reciben las grandes mineras.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!