¿Quién o quiénes? ¿Por qué mataron a Juan Bermeo? Las preguntas rondan en la cabeza de Johanna Rodas, joven viuda de 27 años, quien tras un año de la muerte de su esposo, no halla respuestas ni tranquilidad. Que Juan, su esposo, tampoco halla la paz, dice. “Ha sido un año difícil. La ausencia de un papá, La ausencia de un esposo y muchas cosas más, han marcado largas noches sin dormir”, señaló la llorosa mujer, que  exige agilidad en las investigaciones.

“A mi hijo mayor, de 6 años, le hace falta su padre, no asimila su ausencia, y, el segundo de mis hijos (1 año) ha quedado sin conocer a su papá”, repetía la viuda junto a otros veinte familiares que protagonizaron un plantón en los bajos del edificio de la gobernación del Azuay, exigiendo justicia.

Para Johanna, las cien diligencias que argumenta la fiscalía haber realizado durante la investigación, donde se asevera haberse identificado al sospechoso, ha caído en simples declaraciones.

Ellos (agentes policiales y fiscalía) han tenido un año para investigar, con tres cambios de personal de investigadores, y tan solo atinan el señalar que el caso avanza, adujo de su lado Jenny Chérrez, suegra de Bermeo, preguntando ¿cuál es el adelanto en el caso?

Bermeo, quien tenía 28 años, fue asesinado de una puñalada en el corazón, cuando la madrugada del 6 de diciembre del 2020, hacía deporte por las inmediaciones del parque de Miraflores, norte de Cuenca. “Le robaron la vida. Él, ese momento no llevaba nada de valor económico”, recordó Cherrez.

El Fiscal Provincial del Azuay, Leonardo Amoroso, sostuvo que el sospechoso del crimen, se halla identificado. Se aguarda dijo, la confirmación de una pericia de antropología forense, para determinar si se trata o no de la misma persona sobre quien se sospecha. “Se aspira a que en los primeros días de enero se pueda aplicar el análisis forense y nos entreguen la confirmación de la identidad. Ahí procederemos con la detención del sospechoso y se abrirá el proceso para un juicio”, refirió Amoroso.

Con todo ello y en medio de la incertidumbre, pero con el deseo que no dejar que la muerte de Bermeo, quede en la impunidad, la familia está unida, por es la única manera que “tendremos un poco de paz, pero un dolor inmenso por su ausencia”, dijo la viuda Johanna Rodas.