SUSCRÍBETE
Diario Extra Ecuador

Actualidad

¡Hay que andar con cuidado por Iñaquito!

Vendedores han sido testigos de asaltos a mano armada, pero dicen que no se atreven a intervenir por miedo a represalias.

Ángel Ocampo debe amarrar sus productos porque ya le han robado varias veces en su lugar de trabajo en la avenida 10 de Agosto.

Ángel Ocampo debe amarrar sus productos porque ya le han robado varias veces en su lugar de trabajo en la avenida 10 de Agosto.Ángelo Chamba / EXTRA

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Ángel Ocampo coloca los boletos de lotería sobre una mesa y los asegura bien con piolas, para que no se los lleven en un descuido.

“Antes no tenía amarrados los billetes de lotería, pero ya me robaron. Fue cuestión de unos cuantos segundos”, manifiesta el vendedor.

Lleva doce años trabajando en un portal sobre las avenidas 10 de Agosto y Naciones Unidas, en el norte de Quito, donde ha visto de cerca los asaltos a transeúntes y ocupantes de varios automotores.

“Una vez se bajaron de una moto y le robaron a una señora que iba a una agencia bancaria cercana”, cuenta mientras señala el lugar.

Los asaltos, detalla, han sido con pistola en mano para amedrentar a los incautos transeúntes. La zona de Iñaquito es bastante transitada debido a la presencia de centros comerciales, financieros y de abastos, así como el tradicional mercado que lleva el mismo nombre.

“Esta zona es peligrosa, la gente tiene que andar con cuidado. No he visto a la policía por aquí”, comenta el hombre.

En el redondel que existe justo en esa intersección hay un grupo de personas que se dedican a limpiar vidrios, y según Ocampo, ya ha habido problemas también con ellos, por supuesto maltrato a quienes no quieren el servicio.

“Ellos ni preguntan, cuando ya le echan el jabón en el parabrisas”, afirma.

Los moradores creen que la presencia de estas personas acrecienta también “la sensación de inseguridad de la zona”.

El tránsito se torna pesado, sobre todo en horas pico en el lugar, por lo que esto también sería aprovechado por quienes, al descuido, meten la mano por las ventanas de los autos y se llevan todo lo que pueden.

Más abajo, Graciela Bernabé prepara su puesto de venta de asados. Desde allí también ha visto varios robos durante el día.

“El tráfico vehicular creo que ayuda a la aglomeración de la gente y ahí aprovechan”, relata la Graciela.

Hace pocos días vio cómo un muchacho resultó herido al tratar de quitarle sus pertenencias. “Se lo llevaron hasta en una ambulancia luego del hecho”, recuerda.

Pero por temor a represalias o a salir heridos, los comerciantes como Graciela prefieren mirar de lejos este tipo de eventos y no actuar directamente.

“Es peligroso incluso meterse, podemos salir heridos también”, sostiene la mujer.

Sin embargo, comenta que es en los alrededores del mercado de Iñaquito donde merodean personas sospechosas.

“Yo tengo que estar parado frente a mis cosas todo el tiempo, ya me han robado varias veces”, reitera Ángel, quien solo recomienda a los transeúntes “andar con cuidado y con los ojos bien abiertos”.

Nueva modalidad de patrullaje

Según el mayor Édison Quezada, jefe del circuito Iñaquito, existe una nueva modalidad de patrullaje en la zona, que consiste en instalar carpas en las que se encuentra un motorizado de forma permanente.

“Cuando hay algún pedido de auxilio los compañeros acuden de inmediato y retornan al punto”, afirmó el gendarme.

Él dice que no se han reportado robos en la zona de Iñaquito. Por otro lado, sostiene que las personas que limpian vidrios en el redondel, ubicado en la intersección de las avenidas Amazonas y Naciones Unidas, son retiradas varias veces, ya que sí han recibido denuncias de agresiones cuando los conductores no requieren el servicio.

tracking