El martes 25 de junio de 2025, un operativo conjunto entre la Fiscalía General del Estado y la Policía Nacional sorprendió a una empresa ubicada en el sector de La Carolina, al norte de Quito. Las autoridades descubrieron que el lugar no operaba como una oficina común, sino como un centro de operaciones para extorsionar a víctimas. 

Fotografías difundidas por la Fiscalía General mostraron filas de escritorios con computadoras, que habrían sido utilizadas para ejecutar las amenazas y exigir pagos bajo presión, en una actividad aparentemente bien organizada y estructurada.  

Las autoridades también incautaron una gran cantidad de chips telefónicos, dispositivos móviles y documentación que podría estar directamente relacionada con el delito que actualmente se investiga. Estos artículos permitirían rastrear la forma en que operaban los implicados y aportarían elementos clave para el desarrollo del caso.

(Te puede interesar: Sabores ancestrales toman Guayaquil: nueva edición de la feria Raíces )

De acuerdo con información proporcionada por la Fiscalía, desde ese lugar se enviaban mensajes intimidatorios que amenazaban con difundir contenido sensible como datos personales, grabaciones privadas o incluso videos falsificados de índole sexual a menos que las personas afectadas transfirieran el dinero exigido a través de billeteras electrónicas. 

Este modus operandi combinaba manipulación digital con chantaje psicológico. Las cifras sobre extorsión en Ecuador continúan en ascenso y muestran una tendencia preocupante. Entre enero y mayo de 2025, las llamadas de auxilio relacionadas con este delito aumentaron un 81 % respecto al mismo lapso en 2023, lo que evidencia una intensificación de estas prácticas criminales. 

Los grupos delincuenciales utilizan amenazas para ejercer control y extorsionar a diversos sectores de la sociedad, afectando tanto a comerciantes y dueños de tiendas como a maestros, transportistas y otros trabajadores que operan en entornos vulnerables a la violencia y la intimidación.

La extorsión se expande en todos los sectores sociales

El crimen organizado ha extendido su dominio en Ecuador, utilizando la intimidación como herramienta para controlar diversos sectores productivos y sociales. Las amenazas no distinguen ocupación: impactan a comerciantes, maestros, transportistas y dueños de pequeños negocios.

Las víctimas que han accedido a los chantajes se han visto obligadas a pagar grandes cantidades de dinero, mientras que quienes se han resistido han sufrido ataques armados, atentados con explosivos o han sido secuestrados.

Las estadísticas oficiales muestran una tendencia alarmante. En 2022 se registraron 6.651 casos de extorsión, cifra que se triplicó para 2024 con 20.293 denuncias. Si bien los primeros meses de 2025 presentan una leve baja, con 4.569 casos registrados hasta abril, el problema persiste y continúa generando temor e inseguridad entre la población.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete a EXTRA!