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¿Sabías los ritos de la muerte que hacían los quiteños?
Quito, una ciudad religiosa, aún esconde algunos rituales de la muerte que se realizaban hace más de cien años, cuando las personas creían que de una manera u otra podían llegar más rápido al cielo.
Quito, una ciudad religiosa, aún esconde algunos rituales de la muerte que se realizaban hace más de cien años, cuando las personas creían que de una manera u otra podían llegar más rápido al cielo. Eso era muy normal, sin embargo, si aquellas prácticas se realizarán hoy en día serían consideradas como anormales.
Por el Día de los Difuntos, existen varios recorridos teatralizados en los que la gente puede conocer detalles de lo que ocurría antes y cómo vivían los capitalinos.
Conoce a continuación los 5 ritos de la muerte que hacían los quiteños:
1. Mientras más cerca del altar mayor estaban, más rápido iba a ser su ingreso al cielo. Así creían los quiteños hace muchísimos años. Por ello, cuando morían pretendían que sus familiares adinerados pagaran para que los enterraran dentro de una iglesia, en las denominadas criptas. Aún existen y hoy son un atracción turística para quienes ansían conocer la historia de la capital.
2. Otro, en cambio, era el toque de las campanas: estas anunciaban la muerte de alguien importante. Las habitantes, luego de escuchar el toque, sabían que alguien había fallecido y que debían guardar luto. Era una tradición que se efectuaba precisamente por los adinerados de la época.
3. Y, aunque parezca un sacrilegio, en aquella época se fotografiaba a los muertos y había hombres que se dedicaban a ese oficio. ¿Se imagina? Lazos negros y detalles púrpura formaban parte de esos “actos litúrgicos”, los cuales eran considerados normales. Hoy resulta extraño tomar una foto a un muerto, aunque existen religiones en el mundo que todavía lo hacen.
4. Hace varios años, los quiteños velaban los cuerpos alrededor de tres días sobre mesas rodeadas de velas. Eso con la esperanza de que se levantaran o simplemente por tenerlos más tiempo junto a ellos antes de ser sepultados. Ahora, ese ritual ha cambiado, y generalmente los difuntos son enterrados en un día y medio. Sin embargo, hay lugares en los que se mantiene esa tradición.
5. También creían que el reloj se detenía justo cuando un familiar fallecía. Llenos de creencias, los quiteños consideraban que el minutero se paraba a la hora cuando uno de sus allegados se iba de este mundo. Aún no hay una explicación de ello, pero incluso pensaban que recogían sus pasos por los lugares en los que estuvieron.
Hasta el próximo 5 de noviembre, las personas que están dispuestas a conocer esos rituales de la muerte pueden recorrer las rutas teatralizadas diurnas y nocturnas por criptas, cementerios e iglesias de la ciudad. Allí podrán escuchar leyendas, tradiciones...
Diego Santander, director ejecutivo de la Fundación Compañía de Jesús, comentó que por séptimo año consecutivo desarrollan esta actividad, un trabajo conjunto con la Fundación Museos y Quito Eterno. El objetivo es “recordar cómo tradicionalmente nuestro ancestros despedían a sus familiares, a las personas que se iban de este mundo y así a través de este conocimiento conservar el Patrimonio Cultural Intangible”.
Recorridos
Ruta nocturna de Difuntos en el cementerio de San Diego, las Criptas de la Compañía y el Carmen Alto.
Diversas costumbres funerarias serán narradas por un personaje tradicional de Quito Eterno. El recorrido teatralizado incluye colada morada y guagua de pan. Pueden buscar mayor información en ventas@quitoeterno.org.