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Mamá sin drama

Vanessa Moncayo con su hijo Alexei y Gisella Heredia con su hija Ariel, acompañadas de Kanny García.canva

Madres que rompen estereotipos: crían a sus hijos entre giras, escenarios y camerinos

Vanessa Moncayo y Gisella Heredia han sorteado varios desafíos para continuar con sus carreras sin dejar de lado la maternidad: ¡Y con éxito!

Estas mujeres viven la maternidad desde sus propios escenarios: la música y las artes escénicas. Con motivo del Día de la Madre, EXTRA visitó a dos madres cuyos hijos crecen entre luces y telones, sin dejar de ser niños y recibiendo los cuidados necesarios.

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Vanessa Moncayo llega temprano al Teatro Sucre. Hoy tiene función de El Caracolito Andariego, una obra de danza y teatro infantil que aborda las discapacidades y la empatía. Poco después, llega su hijo Alexei, de seis años. Se abrazan, y ella saca unas tortillas de trigo para que el pequeño desayune mientras revisa los últimos detalles de la presentación. “Alexei creció en los escenarios, en las clases que damos su papá y yo. Ya está acostumbrado”, cuenta la artista.

En efecto, el niño se sienta en las butacas del teatro a observar los preparativos. De vez en cuando se acerca a su madre, aunque al ver las cámaras de EXTRA, prefiere esconderse. “Ha sido un aprendizaje constante, pero hermoso. Mi guagua incluso ha participado en algunas obras”, relata.

Parte de la obra El Caracolito Andariego donde participa Vanessa.ANGELO CHAMBA

Así vive su maternidad

Hoy Alexei es más independiente, pero hubo un tiempo en que había que cambiarle pañales entre ensayo y ensayo. “En esos días cargaba muchas cosas: mi maleta con ropa de ensayo y vestuario, y además su ropa y pañales. ¡Todo un reto!”, recuerda.

Este proceso lo ha compartido con su esposo, el también artista escénico Francisco Ordóñez. Juntos decidieron optar por una crianza respetuosa. “A mí me costó más quitarme el chip de la crianza ecuatoriana: gritar o pensar que los niños aprenden ‘a las malas’. Me ayudaron mucho los estudios de pedagogía que también realicé”, explica.

Alexei juega muy cerca del escenario donde su madre dará una función.ANGELO CHAMBA

Por eso, dos meses antes del nacimiento de su hijo, Vanessa se dedicó a tejer y a preparar un dormitorio Montessori. “Me dediqué a ser mamá, a esperarlo”, dice. También han contado con el apoyo de amigos y familiares. En una obra anterior, por ejemplo, el niño entraba en escena para lactar. “Él se quedaba en el público y, con apenas ocho meses, ya sabía lo que tenía que hacer”, recuerda entre risas.

Llega la hora de la función. Alexei sube a la cabina de control con su papá para ver la obra. Está emocionado; desde hace tiempo ha querido actuar allí. En casa ya conoce los movimientos y la preparación. Ese día llegará.

La ‘hija’ de las giras de medios

Gisella Heredia es conocida por su labor como promotora de artistas, pero también por vivir la maternidad entre giras de medios, entrevistas, conciertos y viajes. Su hija Ariel, hoy con 22 años, ha sido su compañera inseparable en esta travesía. “A los dos meses ya tuvo su primera gira de medios”, cuenta Gisella.

La hija de Gisella creció entre artistas. Aquí con Chayanne.cortesía - Gisella Heredia

Para periodistas y artistas, era común ver a la niña correteando entre cámaras, siempre bajo la atenta mirada de su madre. Gisella cargaba su maleta llena de juguetes, ropa y comida para la pequeña. “Le decía que siempre hay que llevar algo para comer, porque en este trabajo nunca se sabe”, relata.

En efecto, hubo días en que no había tiempo ni para almorzar, pero Gisella no permitió que eso afectara a su hija. “También me apoyé mucho en mi familia y en su nana. Estaba tranquila porque, cuando no estaba conmigo, sabía que estaba bien cuidada”, afirma.

La mimada de los artistas

La galería de fotos de Gisella está repleta de imágenes de su trabajo… y de su hija. Artistas como Daniel Betancourt, Coke Villamizar, Juan Fernando Velasco o incluso Chayanne han estado pendientes de la pequeña ‘promotora de artistas’. La comunicadora recuerda una anécdota con Betancourt: tenía una entrevista agendada, pero la niña pidió que la llevaran a la escuela. “Y claro, él dijo que sí. La fuimos a dejar”, rememora.

A pesar del extenuante ritmo de trabajo, Gisella ha estado pendiente de los estudios de Ariel: formó parte de la directiva escolar casi todos los años. Su capacidad de organización le permitió incluso apoyar a otros padres de familia. “Tengo un lado que muchos no creen: me gusta cocinar y tejer. Soy muy hogareña”, confiesa.

Daniel Betancourt incluso llevaba a Ariel de paseo en bicicleta cuando era pequeña.cortesía - Gisella Heredia

Los días en casa transcurren entre la complicidad madre e hija y los ladridos de sus tres perros rescatados, a quienes Gisella también considera parte de la familia. “Cuando nos vamos de gira, los dejo en una guardería. Todo está planificado para que estén bien cuidados”, añade.

Hoy Ariel sigue los pasos de su madre: está por terminar la carrera de Comunicación Social y ya ha reemplazado a Gisella en varias tareas. Recientemente, se encargó de la producción del concierto de Fonseca mientras su madre viajaba. Todo salió perfecto. “El mánager de Fonseca se sorprendió porque la conoció de chiquita, y le dije: ‘¡pero ya creció!’”, cuenta entre risas.

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