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Economato del Centro de Privación en Guayaquil tiene atención permanente
Dos personas atienden los requerimientos, bajo un estricto sistema de control.
La idea con el economato es impedir que ingresen productos de afuera en los que podrían introducirse artículos prohibidos de manera ‘tapiñada’.
El manejo del economato, sistema por el cual se distribuye alimentos y otros productos con el dinero entregado por familiares a los privados de la libertad, tiene un esquema que cuenta con dos personas para su atención permanente, lo que garantiza el servicio oportuno a los involucrados.
Esa es la precisión que la Corporación de Pequeños Ganaderos S.A. (Corganpecsa) realiza ante una publicación realizada en días pasados por este medio, bajo el título “Hicieron relajo por la ‘despensa’ en cárcel de Guayaquil”.
Según Corganpecsa, con la atención continua por parte de los dos dependientes, se entrega los productos de uso y consumo a las personas privadas de libertad “de forma ordenada y con base en la revisión previa de un archivo digital que permite verificar el saldo con el que cuenta” el beneficiario. Además, “existe una estructura de supervisores y personal de apoyo logístico para garantizar la llegada de manera eficiente de los productos”.
Cada PPL tiene un cupo autorizado que no puede superar los $ 80,00 al mes, con un gasto no mayor a los $ 20,00 por semana.
Ese dinero es depositado por sus familiares en una cuenta externa signada por las autoridades del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI), lo que impide el ingreso y circulación de dinero al interior de los centros de privación de libertad.